Cuadernos Rubio antes y ahora: 60 años enseñando cálculo y caligrafía a los españoles
En la Valencia de los años 50, a Ramón Rubio su trabajo le sabía a poco. Por las mañanas era empleado de banca, pero decidió ocupar sus tardes con su verdadera pasión, enseñar. Así, a los 25 años montó una academia en la que los jóvenes pudieran iniciarse en la contabilidad y el secretariado para poder ganarse la vida.
Una tarde se dio cuenta del tiempo que perdían tanto él como sus alumnos: Ramón, en escribir los enunciados de sus problemas en la pizarra y sus pupilos, en copiarlos. Pensó que si elaboraba unas fichas con problemas de cálculo, todos saldrían ganando. Acababan de nacer los Cuadernos Rubio, con los míticos ejercicios que han enseñado matemáticas y caligrafía a varias generaciones de españoles.
Sesenta años después, el libro Mi mamá me mima (Espasa) recoge la historia de este método de enseñanza que, lejos de quedarse anclado en los tiempos de la televisión en blanco y negro, la Nancy o el CineExin, ha sabido evolucionar hasta la era de WhatsApp y las tablets.
Los Cuadernos Rubio no han perdido vigencia —en 2014 se vendieron cuatro millones de ejemplares y también existen en formato app—, pero sus contenidos sí han sufrido una gran transformación. Ya no hay mamás tan abnegadas, ni tanta religión ni tantos problemas sobre cantidades de cigarros, sino frases sobre hábitos saludables, mujeres en puestos de responsabilidad o ejercicios sobre frutas y verduras.
A continuación puedes ver tres ejemplos del antes y el después de estos cuadernillos. Desliza la barra para comparar cómo eran en sus orígenes y cómo son los que se publican ahora.
Sigue teniendo la misma apariencia con los mismos colores pastel, pero con un diseño más depurado y dibujos más modernos.
EJERCICIOS DE CALIGRAFÍA
Para Ramón Rubio, la escritura era la carta de presentación de cada uno y por eso creó los cuadernos de caligrafía una vez que los de aritmética ya estaban asentados. Fue él quien se inventó las frases para practicar la ortografía y la buena grafía, mientras que Cipriano, un cartero de Almansa hermano de la mujer que cuidaba de sus hijos, fue el autor de los dibujos, ya que tenía buena mano.
REFORZAR LAS MATEMÁTICAS
El primer gran cambio es que en los cuadernillos ya no se habla de pesetas, sino que son los euros los protagonistas. En los problemas se han eliminado las referencias a cantidades de vino que se han cambiado, por ejemplo, por kiwis.
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