Corbyn no se reunió con Isabel II porque estaba de excursión en Escocia
Es la polémica de la semana en el Reino Unido. El líder del Partido Laborista británico, Jeremy Corbyn, no asistió el jueves a una reunión con la reina Isabel II. Ahora se sabe que la razón es... que estaba de excursión en las Tierras Altas de Escocia, informa hoy The Sunday Times.
Según el diario, a la hora en que la soberana se reunía con su Consejo Privado para investir a los nuevos miembros, entre ellos el recién elegido líder de la oposición, éste estaba tomándose un refresco y pescado con patatas fritas -el famoso fish and chips- en el pub Ben Nevis de Fort William.
El martes anterior, el laborista había posado para una foto con el dueño de otro restaurante de la localidad escocesa, The Tavern, del que consultó el menú pero no entró.
El propietario, John McLennan, colgó la imagen en Facebook y ha declarado al dominical que Corbyn, de ideología "diametralmente opuesta" a la suya, había sido "muy agradable".
Los medios de comunicación han estado especulando sobre el paradero de Corbyn la pasada semana, cuando no asistió a una de las citas periódicas del llamado Consejo Privado, en la que podía haber sido investido miembro, un proceso que incluye, como mínimo, una reverencia ante la soberana.
"COMPROMISOS ADQUIRIDOS"
El portavoz del líder laborista dijo entonces que su ausencia se debía a que tenía "compromisos adquiridos", si bien aseguró que asistiría a otra de las reuniones más adelante para jurar el cargo. También subrayó que el propio primer ministro, David Cameron, tardó tres meses en asistir a un encuentro del Consejo para ser investido tras ser elegido líder conservador en 2005.
El Partido Conservador ha acusado de falta de patriotismo a Corbyn, que en septiembre suscitó polémica al no cantar el himno nacional en una conmemoración de la Batalla de Inglaterra de la II Guerra Mundial en la catedral de San Pablo.
El Consejo Privado de la monarquía, formado por unos 600 miembros, entre ellos políticos en posiciones relevantes, tiene carácter ceremonial y asesora en sus funciones al jefe de Estado, al tiempo que los componentes tienen acceso a cierta información confidencial del Gobierno.
Aunque se reúne aproximadamente una vez al mes, la asistencia suele ser baja, por lo que el quórum requerido para celebrar las sesiones es de apenas de tres personas.