Cinco consejos para hacer más llevadera la vuelta al cole
Las puertas de los colegios se abren de nuevo esta semana en la mayoría de comunidades autónomas. Empiezan las clases y los despertadores suenan para toda la familia. Volver a la rutina no solo es duro para los adultos, también para los niños. Los llantos del primer día de clase son por todos conocidos y parte del telediario en estos primeros días de septiembre. Si quieres evitar lloreras y hacer más llevadera la rentrée a tus hijos, sigue estos cinco consejos.
1.- LA PRIMERA VEZ
Si es la primera vez que un niño va al colegio, bien por edad o porque se cambia de centro, es recomendable llevarlo a visitar la escuela unos días antes del comienzo de las cases y explicarle con qué se va a encontrar: las aulas, el patio, el comedor… El primer día de colegio (y todos) es fundamental que tomen un buen desayuno, en el que se incluya una bebida con frutas (un zumo de naranja recién exprimido es perfecto) así no se sentirán cansados durante la jornada. "La noche antes, preparad lo necesario para llevar el día siguiente e incluso las primeras semanas poned el despertador media hora antes. Los primeros días tardamos más en hacer las cosas y necesitamos huir de las prisas. No es conveniente llegar corriendo ni tarde", explica Francisca Camacho, maestra especialista en audición y lenguaje y madre de dos niños en edad escolar.
2.- LA (DURA) VUELTA A LA REALIDAD
En los adultos tiene un nombre: se llama síndrome postvacacional y según el último estudio publicado por Adecco afecta a un 30% de los españoles. Desgana, apatía, cansancio, falta de energía… En los niños aún no se le ha puesto una etiqueta, pero a todos nos cuesta volver a saltar de la cama temprano después de un verano sin horarios. "Algunos no quieren volver a clase, les cuesta levantarse, les duele la tripa…", apunta Cristina Arribas, psicóloga infantil y neuropsicóloga del centro Anayet de Madrid. "La mejor manera de motivarles es explicarles que van a ver a sus amigos, a cantar canciones, a leer cuentos, a aprender, a estrenar material escolar". Todo lo bonito que tiene el primer día de clase.
3.- DEJARLE LLORAR, ¿SÍ O NO?
La escena se repite todos los años. Padres con prisas, atascos y niños desconsolados porque no quieren entrar en clase. "Hay que intentar no hacer un drama. Dejarlos llorar y explicarles que mamá, papá o la persona que sea va a venir luego a recogerlos. Quizá se puedan sentir abandonados, pero en cuanto llegue la hora de salida, sabrán que al día siguiente alguien estará esperándoles de nuevo", dice Arribas. La psicóloga advierte: "No soy muy partidaria de que los padres o abuelos se queden mirando por la ventana mientras el niño llora. Es un situación difícil para todos: el adulto, el niño y el profesor". La consigna es no sobreprotegerlos. "Que los padres o uno de los dos los acompañe al colegio el primer día les hace sentirse seguros y más felices. Pero hay que evitar transmitirles nuestra preocupación en el momento de la despedida", explica Francisca Camacho.
4.- EL MÓVIL ES TU ALIADO (Y EL DE TUS HIJOS TAMBIÉN)
Las aplicaciones para los smartphones pueden ayudar a adaptarnos a la rutina escolar. Si has dejado que tu hijo juegue durante el verano con el Ipad o la tablet, descárgale Penultimate, una app que le permite escribir, dibujar y tomar notas. Nada mejor que hacer que aprender parezca un juego (IOS, gratuita). Los estresados padres, probad con Horario Escolar, una aplicación para tener a mano el horario de asignaturas ordenadas por horas y colores. Con tanta actividad extraescolar no es difícil perderse. (Android, gratuita).
5.- UN POCO DE ENTRENAMIENTO
La vuelta progresiva a los horarios es fundamental. "Una semana antes es conveniente que los niños se acuesten más temprano, se levanten pronto y emulen los horarios de comida del colegio", explica la psicóloga Cristina Arribas. Los días previos al curso, es positivo que los padres ayuden a sus hijos a preparar lo necesario: los libros y el material escolar, la mochila, los uniformes, la ropa y los libros. "Es importante que se establezcan, desde el principio, unas normas sobre el tiempo que ocuparemos en las tareas escolares y sobre el uso de la televisión, Internet y los videojuegos. Se pueden usar como premio al esfuerzo y al cumplimiento de deberes", apunta la maestra Francisca Camacho. "Hay que hablar siempre en positivo del colegio e intentar llevar y recoger a los niños con una sonrisa. Los padres deben transmitir a sus hijos la cultura del aprendizaje para que no la perciban como una obligación, sino como algo positivo en sus vidas".