Detienen un tren con refugiados que querían llegar a la frontera con Austria
La esperanza se abría paso esta mañana, junto con las puertas de la estación central de Budapest. Los refugiados, tras dos días de bloqueo policial, podían acceder a la instalación, tratando de buscar trenes que los lleven a una Europa más próspera, a Alemania. Un primer tren ha conseguido salir hacia las 11 de la mañana, hacia la frontera de Austria, causando un estallido de alegría. Pero, a apenas 40 kilómetros, el tren se ha detenido, los refugiados -sirios, en su mayoría- están siendo obligados a bajar y, de seguido, se los están llevando a un centro de inmigrantes. La euforia se ha congelado en el llanto y la impotencia. Varios voluntarios ya denuncian que todo ha sido una estratagema del Gobierno para sacar a estas personas de la capital y poderlas encerrar más fácilmente.
Según informa AFP, el tren salió de la estación de Keleti y tenía por destino la ciudad de Sopron, cercana a la frontera con Austria. Sin embargo, tras partir "con varios cientos de inmigrantes a bordo", se paró, casualmente, en Bicske, cerca de una de los cuatro principales campos de refugiados del país, informó la agencia de noticias estatal MTI.
La policía obligó a bajar a los más de 300 refugiados para después trasladarlos en autobuses a un centro no especificado. Al ver la operación, muchos refugiados se resistieron. Unos se echaron sobre las vías del tren, otros se agarraron a los asientos, los más comenzaron a gritar "No camp! No camp!" (No al campamento).
Después de varios intentos fallidos, la policía desistió y los refugiados se subieron de nuevo al tren, que sigue parado en la estación de Bicske. La policía húngara acudió al lugar con decenas agentes antidusturbios y con una veintena de vehículos, entre ellos autobuses.
La información de la retención del tren parece haber llegado con rapidez a los refugiados en Budapest y en el siguiente tren que partió a Sopron ya no había refugiados, pese a los más de mil que se habían quedado esperando al próximo en el andén.
La ciudad de Bicske se encuentra a menos de 10 kilómetros al norte de Felcsut, el poblado natal del primer ministro húngaro, el conservador nacionalista Viktor Orbán, artífice de la política de mano dura frente a los refugiados en Hungría.
Los refugiados pasaron de la alegría del viaje...
...a la indignación y la impotencia.
TODO UN TRUCO
"Creo que esto era un truco por el gobierno, la policía y la compañía de trenes. El tren parecía que iba a Alemania", denuncia Marton Bisztrai, un voluntario que asistía a los refugiados en la estación de Keleti, en declaraciones a AFP. "Ellos sólo quieren que la gente salga de aquí y los tengan en campos. Creo que esto fue un truco muy cínico", concluye.
El desalojo se produce después de que el jefe de gabinete del primer ministro haya indicado que la Policía cumplirá con las normas del espacio Schengen y hará todas las comprobaciones necesarias a los inmigrantes y refugiados que viajen en trenes nacionales hacia la frontera occidental del país.
En rueda de prensa, Janos Lazar ha sostenido que la actual situación de caos que se vive en la principal estación de tren de Budapest se debe a los controvertidos mensajes enviados desde Alemania a los refugiados sirios.
"Esto es por Alemania (...) hace más de una semana dijo a los sirios que Alemania les esperaba, invitándoles a mesa puesta", ha denunciado Lazar, añadiendo que luego Alemania intentó forzar controles sobre los inmigrantes al día siguiente.