Crisis de refugiados: la foto del niño ahogado que avergüenza a Europa
La crisis migratoria ha mostrado este miércoles su lado más brutal. El día comenzaba de la peor manera posible: con la muerte de al menos doce refugiados sirios que intentaban alcanzar la isla griega de Kos desde la costa de Turquía en dos barcas. Entre los muertos hay cinco niños. Los cuerpos de dos de ellos han aparecido en la playa, haciendo aún más dura la tragedia.
Las dos embarcaciones han volcado en la misma zona, cerca de la turística Bodrum, en el suroeste de Turquía, desde donde habían partido para intentar alcanzar suelo griego. A la espera de una respuesta a la agonía de los refugiados, se diría que Europa no quiere ver lo que está pasando.
Decenas de miles de sirios que huyen de la guerra en su país han llegado hasta la costa turca en el mar Egeo este verano para tomar embarcaciones con destino a Grecia, su puerta de entrada en la UE. Según las agencias humanitarias, durante el mes pasado unas 2.000 personas al día realizaron el corto trayecto entre Turquía y las islas del este de Grecia, el mismo que este miércoles ha tenido este dramático final.
Para mostrar su apoyo, las redes sociales se han volcado rápidamente y han convertido en Trendic Topic mundial: "KıyıyaVuranİnsanlık" ("La humanidad está en la orilla"), para mostrar su apoyo a los refugiados y pedir una reacción inmediata a la comunidad internacional.
Mientras, en Budapest el ayuntamiento ha anunciado que construirá una nueva "zona de tránsito" para los refugiados que llegan a la ciudad, en las cercanías de la estación de trenes Keleti, donde actualmente esperan más de mil inmigrantes para poder seguir su viaje hacia Occidente.
Manifestación en la estación de Keleti
Este nuevo espacio podrá acoger a entre 800 y mil personas y garantizará servicios de salud, agua potable y carpas para dormir, "pero no será un campamento para refugiados", según ha señalado el Ayuntamiento a través de un comunicado. Los gastos de esta zona alcanzarían los 1,2 millones de euros y se construirá en la calle Verseny de Budapest, cerca de la estación de trenes Keleti.
Esta estación está siendo escenario de protestas estos días por parte de centenares de refugiados que quieren seguir rumbo a Alemania, pero la policía les prohíbe acceder a la terminal.
LA REACCIÓN DE EUROPA
Sin embargo, Hungría también ha querido dejar claros los límites y ha anunciado que deportará a todos los "inmigrantes económicos" que lleguen al país. Así lo ha anunciado el Gobierno húngaro, que se ha comprometido a "registrar" a todos los inmigrantes, independientemente de que Hungría no sea el primer estado de la UE por el que entran.
El ministro de Exteriores de Hungría, Peter Szijjarto, ha sido el encargado de explicar la postura del Ejecutivo húngaro. "Registraremos a todos los que presenten una solicitud de asilo y llevaremos a cabo el procedimiento", ha dicho el ministro, quien sin embargo ha criticado el sistema de cuotas establecido a los socios europeos que, a su juicio, supone un efecto llamada. Según Szijjarto, si la solicitud de asilo recibe una respuesta "positiva", el refugiado podrá quedarse. De lo contrario, será considerado un inmigrante 'económico', por lo que deberá regresar al último país de tránsito.
Por si toda esta situación fuera poco, este mismo miércoles el periódico checo "Zprávy" ha publicado una foto que ha causado indignación. La imagen congela el momento en el que una policía marca con un número la mano de una refugiada. A su lado hay otro niño que tiene apuntado el número 77. La foto es de la agencia checa ČTK, que la tomó durante la evacuación de 214 migrantes en la noche del martes al miércoles en la estación de Břeclav, en Moravie del Sur.
El portavoz de la ONG Human Rights Watch la tuiteó y la indignación se multiplicó en Twitter a medida que crecían los cientos de retuits.
Según la cadena de televisión Česká, marcaron a 241 refugiados, entre ellos 61 niños. La Policía utiliza la numeración para identificar a los personas sin papeles que no hablan inglés.
Todo esto va teniendo sus consecuencias en una Europa que no termina de reaccionar. Lo analiza en su blog Sebastian Matthes, editor jefe de El Huffington Post en Alemania, que explica los motivos por los que, tras este verano, su país, sufrirá un importante cambio.
NOTA: Esta es la información sin las duras imágenes que han consternado al mundo tras lo sucedido este miércoles en las costas de Turquía. Si, después de todo, quieres ver lo que ha sucedido, toda la información está aquí (las imágenes pueden herir tu sensibilidad).