Corea del Sur le da al "off" a sus altavoces
Finalmente Corea del Sur se ha decidido a darle al "off" a los altavoces que tantos quebraderos de cabeza han generado a sus vecinos del norte. Cumple así su parte del trato alcanzado el pasado jueves, gracias al que ambos países han puesto fin a la tensión y con el que pretenden, una vez más, mejorar sus relaciones.
"Las retransmisiones se suspendieron a las 12.00 AM hora local (3.00 GMT) tal y como habíamos acordado", ha informado a la agencia Efe un portavoz del Ministerio de Defensa de Seúl que ha aclarado, sin embargo, que de momento no se desinstalarán los altavoces.
El trato alcanzado el pasado jueves" target="_hplink">acuerdo sellado horas antes por representantes de alto nivel de ambos Gobiernos contempla la suspensión de las transmisiones de propaganda surcoreana contra Corea del Norte "a menos que suceda algo anormal".
Estas transmisiones, consideradas una potente arma de "guerra psicológica" de Seúl contra Pyongyang, han sido una de las principales fuentes del conflicto de los pasados días. Corea del Sur puso en funcionamiento los altavoces la semana pasada por primera vez en 11 años, como una medida de represalia contra Corea del Norte por la explosión de tres minas que hirieron gravemente a dos soldados surcoreanos que patrullaban en la frontera.
Como respuesta a estas retransmisiones, Corea del Norte lanzó un proyectil en la frontera que desencadenó un intercambio de disparos de artillería y amenazó al Sur con un ataque armado en caso de no apagar los altavoces. Esto obligó a ambas partes a convocar negociaciones de alto nivel para evitar una escalada bélica.
En el acuerdo alcanzado hoy tras dos rondas de un maratoniano encuentro de dos días y medio, Pyongyang lamentó el ataque con minas, si bien no ha reconocido explícitamente su autoría, mientras Seúl accedió a apagar los altavoces.
Al finalizar la crisis militar se espera una sustancial mejora en las relaciones entre las dos Coreas, que se comprometieron a mantener próximas conversaciones y a organizar la primera reunión en más de un año y medio de familias separadas desde la Guerra de Corea (1950-53).