El columpio del Fin del Mundo: el sueño de todo viajero hecho realidad
Última llamada para los amantes de la adrenalina y la aventura: este es el lugar definitivo que tenéis que apuntar en vuestra lista de deseos viajeros.
El Columpio del Fin del Mundo es un pequeño tesoro que corta la respiración, situado en las montañas cercanas a Baños, en Ecuador. Se trata de un columpio que pende de una larguísima cuerda y que cuelga de la llamada Casa del Árbol, y que se ha convertido en todo un canto de sirena para aquellos espíritus viajeros que quieran darle un buen meneo a sus vidas.
La casa del árbol que hay sobre el columpio es un centro de observación del monte Tungurahua, el volcán (en activo) que puede verse detrás. Los temerarios que se atrevan a balancearse podrán echar un vistazo al mismo, y quizá pillarlo en plena erupción, así como disfrutar de unas vertiginosas vistas del cañón a más de 30 metros de altura.
Como muchos buenos tesoros, el columpio del Fin del Mundo no ha pasado desapercibido. Los visitantes deben pagar un dólar para poder subirse a él, y ya se ha construido uno parecido cerca. Quienes lo han visitado sugieren llegar hasta allí haciendo senderismo, cogiendo un autobús o en taxi desde la cercana ciudad de Baños.
Si quieres salirte de lo establecido, no puedes dejarlo pasar.
Este artículo fue publicado originalmente en la sección de Viajes de la edición estadounidense de 'The Huffington Post' y ha sido traducido del inglés.