Un bebé palestino, quemado vivo por colonos en Cisjordania
En el bucle infinito de dolor que genera la ocupación israelí en Palestina, Ali Saad Dawabsha ha sido la última víctima. Era un bebé. Tenía año y medio. Y ha muerto esta madrugada, quemado vivo, presuntamente a manos colonos radicales israelíes en la Cisjordania ocupada. Lo han confirmado tanto las autoridades israelíes como las palestinas.
El fuego tuvo lugar en la villa de Duma, cerca de la ciudad cisjordana de Nablus. Aún no se sabe si los atacantes introdujeron en la casa un cóctel molotov o una rueda ardiendo, pero lo seguro es que resultó muerto el niño y heridos tres miembros de su misma familia, sus padres y su hermano de cuatro años. Todos están ingresados en un hospital de la zona. Uno de ellos -no ha trascendido quién- tiene quemaduras en más de 70% de su cuerpo y está en estado de extrema gravedad.
En medios policiales israelíes se sospecha, a raíz de las inscripciones en hebreo y la estrella de David que han aparecido en el lugar de los hechos, que el incendio fue un ataque de un grupo radical de colonos, que suelen atacar a civiles palestinos e incluso a miembros del Ejército israelí en venganza por decisiones contra la colonización judía de Cisjordania, que explican con la etiqueta "pice tag", algo así como el "precio a pagar" de los no judíos por estar en una tierra que consideran suyas por razones bíblicas.
En las paredes fuera de la vivienda incendiada aparecieron varias grafitis con la inscripción: "Vida larga al Mesías", "Venganza" y "Price Tag".
Por ahora no hay ni un detenido -los arrestos por casos de price tag no llegan al 1%- pero la Policía ha insistido de que la principal sospecha es que se trata de colonos extremistas judíos, a los que busca por la zona.
Justo el martes pasado, el tribunal supremo de Israel ordenó demoler dos edificios construidos ilegalmente en el asentamiento de Bet El. Se evacuó a cientos de colonos, que protestaban en el asentamiento de Sanur, en el norte de Cisjordania, evacuado forzosamente hace diez años y al que exigían volver.
Y el miércoles, un día después, el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, aprobó 300 nuevas casas en colonias, precisamente para calmar el ánimo de los colonos por este contratiempo judicial. Naciones Unidas estima que actualmente hay cerca de 600.000 colonos residiendo ilegalmente en suelo ocupado palestino, en Cisjordania y el este de Jerusalén.
(Puedes seguir leyendo tras la fotos...).
"CONSECUENCIA DIRECTA DE LA IMPUNIDAD"
Las autoridades palestinas han culpado directamente al Gobierno de Israel del ataque. En un comunicado, Saeb Erekat, el histórico negociador de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), ha dicho que la muerte de ALi es "consecuencia directa de décadas de impunidad del goblierno de Israel con el terrorismo de los colonos".
Desde 2004, sostiene, se han registrado más de 11.000 ataques de colonos a intereses o bienes palestinos, desde casas a coches, pasando por iglesias, mezquitas y campos de labor. Erekat denuncia, por ello, una "cultura del odio" al alza y recuerda que hace un año que llevan pidiendo "protección internacional" para los ciudadanos palestinos.
El primer ministro Netanyahu, por su parte, ha condenado la muerte del bebé. "Estoy consternado por este horrible acto criminal. Es un claro ataque terrorista, e Israel adopta siempre una postura firme contra el terrorismo sin importar de dónde procedan sus atacantes", ha hecho saber a través de un comunicado de su oficina recogido por el diario israelí Yedioth Aharonoth.
A LA ESPERA DE UN "DÍA DE FURIA"
Israel ha reforzado con cientos de efectivos la seguridad en Jerusalén y ha limitado el acceso hoy, día de rezo musulmán, a la Explanada de las Mezquitas, en previsión de incidentes serios a causa del asesinato del pequeño palestino.
El comandante de distrito de Jerusalén, Moshé Edery, ha decidido hoy "en vista de las intenciones de jóvenes árabes de provocar disturbios" en la Explanada de las Mezquitas establecer un límite de entrada para los varones mayores de 50 años. La mujeres de todas las edades sí podrán entrar, informó la portavoz policial Luba Samari.
"La Policía y Guarda de Fronteras estará destacada para impedir cualquier intento de interrumpir la rutina en la Ciudad Vieja y Jerusalén Este", señaló la portavoz.
Varios helicópteros sobrevuelan la ciudad, donde la Policía también ha colocado globos aéreos con cámaras para detectar posibles disturbios.
La organización islamista Hamás había convocado semanas atrás un "día de la ira" para hoy, convocatoria reforzada tras esta nueva muerte. Hacia las 12.30 hora local (13.30 hora peninsular española) se espera que se produzca el entierro del menor, que seguramente será multitudinario.