Pepper, el robot que detecta cuando necesitas un abrazo o cuando estás contento
Cuando imaginamos cómo es un robot, la primera idea que nos viene a la mente es la de un autómata capaz de realizar las más tediosas tareas una y otra vez sin descansar. Pero esta imagen puede cambiar para siempre gracias a Pepper.
Este cachivache de 120 centímetros de altura es, según sus fabricantes, un androide con corazón. Ha sido especialmente diseñado como robot de compañía y tiene como principal misión entretener a los humanos que tiene alrededor. Para ello, es capaz de hacer fotos, felicitar a los miembros de la familia por su cumpleaños o tratar de animarlos cuando detecta que alguno está triste.
Gracias a sus ojos (dos cámaras de vídeo), y a su cerebro (un procesador con un sistema operativo), Pepper puede interpretar señales tan complejas como los cambios de humor de sus dueños. Esto lo consigue analizando sus expresiones faciales. Si ve que las comisuras de su boca están para abajo y los hombros están caídos, irá a darles un abrazo y a animatlos. Si por el contrario los ve sonreír, contará chistes y bailará para mostrar que comparte la alegría que ellos sienten.
El secreto de Pepper está en su sistema emocional, un programa que va aprendiendo los gestos y las expresiones de las personas que viven con el robot y que luego le servirán para tomar decisiones, siempre con la idea de hacer sentir mejor a su interlocutor. Vamos, que es un psicólogo de metal.
Otra de sus características es la capacidad de modular la voz dependiendo de la persona que tiene delante y de cómo se sienta. Si le hablamos con una voz tranquila, responderá con el mismo tono. Y si estamos pletóricos, se sumará a la fiesta siendo más animoso.
Pepper no es solo un robot que reacciona a los sentimientos de los demás. También tiene sus propias emociones. Por ejemplo, cuando se apaga la luz, se asusta. Cuando está con desconocidos es más rígido en sus respuestas y se relaja cuando está con gente que ya conoce. Además, es capaz de almacenar recuerdos como caras o expresiones emocionales durante un período de 20 años, y comparte lo aprendido con otros Pepper para mejorar su experiencia de uso gracias a su conexión a Internet.
Pepper es obra de la empresa francesa Aldebaran y las primeras unidades fueron puestas a la venta a principios de junio en Japón, con un éxito brutal: en apenas un minuto se agotaron las 1.000 unidades que puso a la venta SoftBank, la empresa que lo distribuye en el país. Cada uno cuesta unos 2.000 euros, pesa 28 kg y tiene una autonomía de 14 horas. Se espera que en 2016 llegue al mercado norteamericano y al europeo.