Sonámbulos hacia la catástrofe
La cuenta atrás para alcanzar un acuerdo sobre Grecia ha comenzado y las tensiones empiezan a manifestarse en el interior de los países miembros del Eurogrupo...
"Y marcharán como sonámbulos hacia la catástrofe". La frase es de Christopher Clark y aparece en el libro Los sonámbulos del siglo XXI, que está en boca de todos en Bruselas. Empezando por la propia canciller Merkel al inicio de la crisis con Grecia. El ensayo, nos explica Alain Seilles en Le Monde, intenta arrojar luz sobre los errores de los gobiernos en este inicio del siglo XXI analizando la ceguera que condujo a la I Guerra Mundial.
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Es "la desEuropa", como la ha definido Edgar Morin porque, como explica el New York Times, haya o no acuerdo, el euro que se consideraba como una fortaleza es ahora un arma de doble filo porque ya todo el mundo contempla lo que era tabú: la salida de la moneda única. En este contexto, la derecha francesa presiona al presidente Hollande -advierte Le Figaro- y 100 diputados conservadores alemanes, leemos en el Times, han manifestado por escrito su oposición al rescate de Grecia.
No obstante, la canciller deberá cruzar sus propias líneas rojas para llegar a un acuerdo, como señala Die Welt. También Tsipras que, según La Vanguardia, "no puede aparecer como ganador del envite". Así las cosas, "ni un paso en falso", pide El País en un editorial en el que sugiere que "la Unión Europea y Grecia deben llegar a un pacto sin separarse mucho de lo ya acordado".
Las tensiones por Grecia también se dan en las familias políticas...
"En Europa, Tsipras divide a la izquierda", analiza Libération en dos páginas. "Si desde Madrid a París las izquierdas radicales respaldan sin reservas a Syriza, los socialistas están divididos". En Francia, Valls ha evitado la división al asegurar que no habrá Gréxit; en Alemania, sin embargo, el SPD ha marcado distancias con Tsipras para evitar la ruptura en el gobierno de coalición, y en Italia, Renzi ningunea a los partidarios del "no" en el referéndum.
Otra prueba de ello puede ser la carta enviada por Jerome Djessebloem a los militantes socialistas holandeses y en la que, según El Mundo, el presidente del Eurogrupo "se desahoga contra Tsipras: le hemos pedido que recorte en Defensa en lugar de ahorrar en pensiones. Hemos insistido en que las grandes navieras paguen impuestos, pero Tsipras no está dispuesto a hacerlo".
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Quién tampoco está dispuesto a determinados cambios es Mariano Rajoy en su partido...
"El PP no aprobará las primarias en la Conferencia Política", anuncia en primera La Razón, que destaca el argumento irónico del presidente del Gobierno: "Los que las hacen sólo presentan a un candidato". Clara alusión al PSOE y Ciudadanos. Dos formaciones hacia las que el PP busca frenar el flujo de su voto joven. Según El País, "utilizará la reunión del fin de semana para reconciliarse con sus bases y promocionar a Cifuentes como símbolo del nuevo partido".
Entre tanto, en el Gobierno, el ministro Montoro sigue asumiendo el papel antipático en su argumento de que España no es Grecia...
"Montoro desoye la queja de nueve autonomías por el déficit", señala quejosa La Vanguardia en primera; mientras, el diario de referencia de Pablo Casado, ABC, aplaude al ministro al asegurar que "sofoca el motín autonómico e impone los objetivos de déficit público".
Estas tiranteces se suman a las que se viven de manera interna en Cataluña, que, según El Periódico, vive un "enredo soberanista" porque "Convergencia se resiste a que Mas quede fuera de la lista unitaria sin políticos para el 27S". Y para conseguirlo, leemos en El País: "Mas amaga con no convocar elecciones si no se aceptan sus requisitos".
Puede haber un inicio de solución para que los afectados por parálisis cerebral puedan comunicarse...
Leemos en La Vanguardia que el Centro de Regulación genómica de Barcelona ha puesto en marcha un proyecto para transformar en sonidos las emociones básicas de personas que no pueden comunicarse en absoluto. La iniciativa, aún en fase piloto, pretende que las emociones negativas y positivas, así como su intensidad, se conviertan en sonidos reconocibles.
El tuit de esta mañana nos habla del proyectil más dulce...
La tarta de crema. Tres mil fueron utilizadas en la película La batalla del siglo que protagonizaron el Stan Laurel y Oliver Hardy, el Gordo y el Flaco, y cuyo original ha sido encontrado, nos anuncia el New York Times... Allá va... (¿te he dado?)
