Escuela para diputados principiantes
En la segunda quincena de junio decenas de nuevos diputados están estrenando sus escaños. Algunos de los recién elegidos son funcionarios, abogados, especialistas en Derecho Administrativo o Constitucional y ya se saben la teoría de cómo funcionan las cámaras. Otros provienen de ámbitos que nada tienen que ver con las instituciones ni la representación política. Se aproxima algo de nerviosismo, el lógico antes de un nuevo trabajo, y puede que incluso alguna noche de insomnio en casa de más de un novato. No deberían, y los ciudadanos también tienen razones para estar tranquilos. Los partidos les van a prestar su apoyo, y los diputados que ya han pasado por lo mismo aseguran que en pocos días tendrán la situación controlada.
En Podemos, será porque la enseñanza está en el ADN del partido, tienen un completo programa formativo que comenzó con una jornada el 31 de mayo. Lo impartió Auxiliadora Honorato, licenciada en derecho, funcionaria de carrera y secretaria de Acción Institucional, junto a dos diputados andaluces, y asistieron unos 80 de los 120 diputados elegidos el 24-M. En la sala se respiraban muchas ganas y entusiasmo, mezclados con el respeto por la responsabilidad que asumen y prudencia, según cuenta. También sorpresa, "porque muchas de las personas que estaban ahí nunca habían imaginado encontrarse en esta situación".
Aquel día se centraron en el funcionamiento de los Parlamentos y la coordinación de una batería de unas 12 medidas, relacionadas con sus ejes de emergencia ciudadana y corrupción, que pondrán en marcha de forma simultánea en los 14 Parlamentos en los que tienen representación. Tienen también programados cursos de comunicación política y oratoria en los distintos territorios, y tendrán a su disposición un manual que han redactado pensando en el Parlamento andaluz, el primero en el que han entrado. Para cualquier duda, al principio y el resto de la legislatura, tendrán a su disposición al equipo de coordinación que va a montar y capitanear Honorato.
Otros partidos organizan la formación de una forma más informal y tiran de veteranos entre sus filas para guiar a los recién llegados. "Con un poco de observación y flexibilidad, en poco tiempo te haces con la nueva situación", dice José Manuel Franco, hasta ahora portavoz del grupo parlamentario socialista de la Comunidad de Madrid, que explica que los primeros días se dedicarán un par de mañanas para explicarles la mecánica parlamentaria. En Ciudadanos, como en Podemos, no pueden tirar de veteranos en cada comunidad autónoma. Así que José María Espejo, diputado del Parlament catalán desde diciembre de 2012, y la portavoz Inés Arrimadas, darán apoyo y formación a los 66 principiantes. "La intranquilidad se quita muy pronto cuando uno ve que el funcionamiento de la institución, para personas formadas y responsables, es perfectamente asumible", asegura Espejo para calmar los nervios. En su partido también habrá un equipo permanente de apoyo a los diputados, que hará de enlace con el Comité Ejecutivo de Ciudadanos y que de momento coordinará él.
¿CUÁLES SON LOS REQUISITOS DE SU NUEVO PUESTO?
No hay unos requisitos imprescindibles para ser diputado. José Manuel Franco piensa que conviene que tengan capacidad de síntesis y una buena formación política, porque si no uno siente "un cierto complejo a la hora de presentar iniciativas, que se traduce en inactividad". Para José María Espejo, no hace falta una formación específica, sino "creer en el proyecto, ilusión y ganas de cambiar las cosas". Luego, dependiendo de la especialidad de cada uno o el interés en un determinado tema, podrán elegir participar en comisiones parlamentarias donde sean más útiles.
Auxiliadora Honorato, en la misma línea, rechaza totalmente que un diputado deba tener un perfil determinado. Al contrario, "la idea que tenemos en Podemos es que somos ciudadanos y ciudadanas normales haciendo política en un momento excepcional". Y eso se nota, dice, en la "frescura" que llevan a las instituciones. Otra cosa, apunta, "es la necesaria asistencia técnica en el desarrollo de las funciones, que siempre se puede obtener".
Tendrán que aprender cómo funcionan las comisiones, qué son las propuestas de resolución, cómo se tramita una ley, qué funciones tiene la mesa del Parlamento y la Junta de portavoces, la conveniencia de presentar una iniciativa u otra. Pero además, la secretaria de Acción Institucional recomienda que conozcan los servicios que ofrecen las cámaras. Cosas como el material de oficina y los servicios de reprografía, documentación, o biblioteca, que les serán muy útiles en su labor parlamentaria y a veces son infrautilizados, como han visto en Andalucía.
A algunos puede inquietarles hablar en público, ante la Asamblea y ante los medios de comunicación. El portavoz socialista recomienda a los recién llegados que sean ellos mismos. "La impostura es negativa. Para ser creíble, primero tienes que tener una firmeza ideológica importante, y segundo, no intentar parecer lo que no eres", aconseja, y añade que "hay que ser duro en el fondo, pero educado y sin insultar a nadie".
Otra sugerencia de Franco es que no se preocupen tanto por la cantidad de iniciativas presentadas como por su calidad y su relevancia, porque a veces el número es engañoso, "más de cara a la galería y para engordar el curriculum". Ciudadanos avisa de que controlará ambos aspectos de la actividad parlamentaria, pero sobre todo la calidad y el cumplimiento del programa del partido en cada territorio. Podemos estará pendiente también de que los parlamentarios respeten su código ético.
¿QUÉ SE VAN A ENCONTRAR?
Los diputados se tendrán que adaptar a la rigidez del reglamento y a protocolos a veces complicados, pero se darán cuenta, según Espejo, de que los Parlamentos "sirven para cambiar las cosas y se ponen en marcha medidas que cambian y configuran la sociedad". Honorato explica que su partido se propone cambiar la vida parlamentaria para dar entrada a la ciudadanía, porque hasta ahora, "han sido unos entes olvidados en la vida pública y política". Hay que "rescatarlos", según ella, para que ejerzan su poder Legislativo, que ahora está supeditado en buena parte al Ejecutivo. "No hay más que pensar en las propuestas que se aprueban a iniciativa de los grupos parlamentarios y las que son iniciativa de los gobiernos", dice.
El día a día transcurrirá en "reuniones, con otros diputados y con grupos de interés de su ámbito de responsabilidad, para negociar, pactar, escuchar demandas sociales, presentar propuestas políticas en su comisión respectiva, defenderlas en intervenciones en esa comisión y someterlas a votación de todos los grupos. E igualmente, posicionarse sobre las iniciativas del resto de grupos", explica Espejo. Si son pocos en su grupo parlamentario, tendrán que prepararse para hacer "verdaderas piruetas para estar en varios sitios a la vez", como le ocurre a él, porque ellos participan en todas las comisiones, "sin saltarse ninguna".
José Manuel Franco cuenta que en la Asamblea de Madrid el horario de los diputados depende. Como mínimo, están de nueve a dos (el 90%, calcula), y por las tardes se quedan quienes tienen responsabilidades añadidas, como una portavocía, o mucho trabajo. Luego están las tardes interminables de los plenos los jueves. Empiezan a las cuatro de la tarde y pueden acabar a la una de la madrugada, porque mezclan la parte legislativa con las preguntas parlamentarias, algo que ellos intentan cambiar. "Se puede dar la situación penosa de que a las doce de la noche estés hablando del futuro de la Sanidad o la Educación en la Comunidad de Madrid".
Los diputados pueden contar, también, con la ayuda de sus oponentes políticos. "La cortesía parlamentaria hace que diputados de otros grupos también sean receptivos ante uno que es nuevo, y le ayuden a desempeñar su trabajo, aunque ideológicamente estén en sitios distintos", cuenta Espejo. Esa es de hecho una de las grandes lecciones que ha aprendido Franco en sus cuatro legislaturas (cinco, con la del Tamayazo): "Se puede discrepar a nivel ideológico y mantener una relación normal y educada con todo el mundo". Es más, apunta, "todos tenemos afinidades personales, y a veces, tienes más afinidad con gente de otro grupo que del tuyo".
Los novatos no tienen nada de qué preocuparse. "Que confíen en sí mismos y estén tranquilos a la hora de realizar su trabajo. Y que tengan mucha ilusión", les recomienda Espejo. Sin olvidar, claro, "que quienes pagan el sueldo y les someten a un examen cada cuatro años son los ciudadanos".