Sergio Cebolla, precandidato a las primarias del PSOE: "Los ciudadanos nos están diciendo que cambiemos"
Tiene 37 años, vive en Sevilla y es abogado. Sergio Cebolla ha dado el paso más importante en su vida política al lanzarse a la carrera de las primarias abiertas del PSOE para ser el candidato a La Moncloa en las próximas elecciones generales.
Nadie lo esperaba. Aunque viene del PSOE andaluz y es vecino del barrio de Rochelambert, detrás de él no están Susana Díaz ni la federación más potente del socialismo español. Ni siquiera ha hablado con la presidenta de la Junta en funciones. Ha sido una decisión personal e individual después de un año de reflexión. Ahora tiene un reto que parece casi imposible: lograr hasta el 16 de junio unos 9.600 avales de sus compañeros para ser candidato oficial en las primarias.
El favorito en esta pugna es el actual secretario general, Pedro Sánchez, que tiene todo el viento a su favor para encabezar la candidatura del PSOE. Cebolla tampoco ha podido hablar con él. Se afilió hace unos 16 años al PSOE y su pasión por el partido le viene de familia, ya que sus padres fundaron la casa del pueblo de San Fernando (Cádiz). Ha dejado su puesto como secretario de Dinamización de la agrupación de Sevilla para presentar su precandidatura. Todo lo paga de su bolsillo, presume, y duerme en casa de su hermano en Madrid cuando se desplaza a la capital durante esta batalla.
¿Por qué ha decidido presentarse?
Se ha abierto un proceso de primarias y es el momento de la militancia. Es un ejercicio de responsabilidad y de conciencia. La ciudadanía nos ha mandado un mensaje muy claro. Aunque mis compañeros del partido ven los resultados positivos, yo no lo creo así. Los ciudadanos nos están diciendo que cambiemos, mejoremos y demos propuestas. La idea es definir durante este proceso qué modelo de país queremos para las próximas elecciones generales.
¿Cuándo tomó la decisión?
He estado un año de reflexión.
¿A quién se lo comunicó cuando optó por presentarse?
A mi mujer y a mi familia. Es un proceso individual y el único requisito es ser militante del PSOE. Si decimos que las cosas se tienen que cambiar, se tienen que hacer de otro modo. Debemos evitar tener los condicionamientos posibles. No podemos ir condicionados. Si hay que hacer determinadas políticas que beneficien al interés general, pero que no son bonitas para determinados compañeros, que no nos condicionen.
¿Cree que conseguirá los avales necesarios?
Comenzamos en una situación de desventaja, no nos dan acceso al censo ni medios ni sitios. Para aspirar a presidente de España no se puede decir una cosa y hacer otra. Parto de la premisa de que hay que generar confianza. Nunca he dicho que no vamos a pactar con Podemos y luego lo he hecho, nunca hubiera votado en contra de la dación en pago, que fue un error histórico. Me siento con la legitimidad de tener una credibilidad a priori que otros compañeros no tienen. Lo que digo es lo que trato de hacer.
Antes de presentar en Ferraz su precandidatura, ¿habló con la líder del PSOE-A, Susana Díaz?
No.
¿Y después de presentarla?
No, no he podido hablar con ella. Acabo de llegar a Sevilla y ella está muy ocupada tratando de cerrar el Gobierno. Cuando acabe con eso y se constituyan los ayuntamientos, hablaré con ella.
El PSOE-A se ha desligado de su decisión…
Lo entiendo. No es que se haya desligado, todos los órganos del PSOE tienen que ser neutrales porque es el momento de la militancia, de una reflexión profunda, seria y autónoma para que cada militante avale, no vote. El PSOE de Andalucía ha hecho lo que tiene que hacer. Es una decisión mía, personal, individual, no es un congreso.
¿Conoce a Pedro Sánchez? ¿Ha hablado con él?
Estuve en Ferraz. Quise hablar con él, pero estaba reunido con Radio Nacional de España o acababa de llegar de allí. Le dije a su secretaria que quería hablar con él y presentarme, pero no fue posible.
¿Qué opinión le merece Sánchez?
Es nuestro secretario general. Entiendo que las cosas se podrían haber hecho un poquito mejor y hoy a lo mejor no hubiera dado el paso. Los peores resultados en democracia durante las últimas elecciones nos están dando un aviso muy claro y concreto. Nos están diciendo ‘queremos votaros y confiar en vosotros, pero hay que mejorar’. Por supuesto, Sánchez sería el mejor candidato en comparación con cualquier otro candidato de otro partido, pero aquí estamos hablando de qué mejor propuesta podemos presentar en noviembre.
¿Por qué cree que no debe ser Sánchez el candidato?
Hay que presentar la mejor opción posible, que genere la mayor credibilidad, transmita la mayor seguridad y genere el mayor consenso. No es un planteamiento en negativo, sino de mejorar la propuesta electoral.
¿Qué ha hecho bien y mal Sánchez durante su primer año como secretario general?
Le pediría que reflexionara profundamente antes de hacer manifestaciones públicas. Los ciudadanos quieren tener seguridad ante lo que decida. Yo nunca hubiera votado en contra de la dación en pago, Sánchez era diputado cuando pasó. Luego dijo que iba a hacer unas primarias en una determinada fecha y cambió de pensamiento y decisión. Luego dijo que no iba a pactar con Podemos, y ahora se está viendo que se está acordando con ellos. Si tienes que rectificar, explícalo. Nadie tiene la verdad absoluta y total.
¿Usted pactaría con Podemos si fuera el candidato?
Intentaría trasladarle al conjunto de la ciudadanía que me dejara en la mejor posición posible para que no tuviera que pactar con Podemos. Explicaría que no es necesario buscar planteamiento radicales, sino que el PSOE tiene fuerza de consenso y que puede reequilibrar los abusos que se han producido durante la crisis. Pero la ciudadanía tiene la última palabra y habrá que acatar el resultado. Y si dice que las fuerzas de izquierdas nos tenemos que poner de acuerdo, pues lo tendremos que hacer. Siempre sin renunciar a lo que somos como PSOE.
Ha dimitido como secretario de Dinamización del PSOE de Sevilla para luchar por la candidatura. Está agrupación está liderada por Verónica Pérez, una de las personas de máxima confianza de Díaz. ¿Tampoco se lo comunicó a ella?
En la Ejecutiva del PSOE de Sevilla somos cincuenta y tantos compañeros. Yo no he estado en el círculo más cercano de Pérez. Soy una persona de confianza de ella, pero no he sido de su círculo directo de la gestión de la Ejecutiva provincial. Si no he hablado con mi secretario general del PSOE de España, entiendo que no lo tenía que hacer con las secretarias generales del PSOE de Andalucía y de España. Es una decisión personal e individual.
¿Defiende que debería haber bicefalia en el partido: un secretario general y un candidato?
El concepto de bicefalia es un artificio, es cuando existen dos cabezas. No es que defienda eso, sino que el secretario general tenga sus funciones dentro del partido y que el candidato tenga sus funciones de representar como candidato y, cuando sea presidente, al conjunto de los españoles. No es que haya dos cabezas, sino dos funciones distintas. En el país no existe esta cultura, ni este planteamiento, pero es perfectamente razonable y existen partidos que ya lo hacen en España.
¿Ha recibido el apoyo de algún dirigente?
La Ejecutiva Federal ha hecho coincidir las primarias con el proceso de cierre de los ayuntamientos y de las comunidades. Yo no esoy ahora mismo con voluntad y fuerzas para molestar y enturbiar a todos los compañeros de las distintas federaciones que están centrados en resolver los problemas a la gente. Cuando el día 13 finalicen los procesos de constitución de los consistorios, iremos recibiendo más apoyos.
También hay otro aspirante para competir: Pedro Antonio Ibáñez. ¿Lo conoce?
No.
La semana pasada fue a la sede en Ferraz para presentar su precandidatura. ¿Era la primera vez que estaba allí?
No, no, yo he sido cuadro joven del PSOE. Yo estuve en el Instituto Jaime Vera formándome en 2007 y he estado varias veces en Ferraz en la época de José Luis Rodríguez Zapatero.
¿De dónde va a conseguir fondos para esta precampaña?
Dura hasta el día 16. Afortunadamente, la esencia de la campaña son los medios de comunicación, y tengo familia en Madrid. Cuando tenga que ir allí, dormiré con mi hermano. El resto de los gastos irá a costa mía.
Tiene una vida laboral fuera del PSOE con su despacho de abogados. ¿Cobra algo del partido?
Yo siempre he vivido de mi trabajo. Jamás he recibido ni un euro público o privado para estar en política.