El Parlamento Europeo no se atreve a cortar con los 'minerales de sangre'
El Parlamento Europeo premió hace seis meses a Denis Mukwege, el médico congoleño que ayuda a mujeres violadas. Este miércoles, si no se producen cambios de última hora, los mismos eurodiputados podrían no atreverse a cortar con contundencia con los conocidos como minerales de conflicto o minerales de sangre, que financian a los grupos armados que cometen esas atrocidades en África.
La Eurocámara vota este miércoles 20 de mayo un proyecto de ley sobre la certificación de estos materiales -muy utilizados en tecnologías de uso diario, como electrodomésticos, ordenadores, móviles, coches- cuando se usen en la Unión Europea. La izquierda europea quiere que se garantice que el estaño, tantalio y wolframio, sus minerales, y el oro no procedan de zonas controladas por grupos armados, aunque finalmente será el Consejo Europeo, formado por los jefes de Estado y de Gobierno de la UE, quien decida.
Como cuenta la eurodiputada socialista Inmaculada Rodríguez-Piñero, la comisión de Comercio del Parlamento ha dado el visto bueno a un documento "muy descafeinado", en el que las enmiendas del Partido Popular Europeo y el grupo de los liberales rebajan las exigencias de la Comisión Europea, que ya eran insuficientes, en su opinión.
Lo que proponen tanto los socialdemócratas como la izquierda europea es que la trazabilidad de estos minerales no sea optativa, sino obligatoria, porque como recuerdan, solo un 4% de las empresas la ha puesto en marcha voluntariamente. Tampoco quieren que se limite a las empresas de refinería y fundición (que son solo 19), sino a todas las que participan en el proceso. Y que sea de aplicación para todos los minerales y más allá de la zona de los grandes lagos africanos.
Rodríguez-Piñero opina que "es tremendo" que Europa limite el alcance de la normativa, y cuenta que están haciendo todo lo posible por romper el voto. "Es una violencia que te pone la carne de gallina", dice, y señala que Estados Unidos ya prohíbe el uso de estos minerales cuando proceden de zonas en conflicto, e incluso China lo está empezando a plantear. Aunque una cosa es que la Ley de Dodd Frank (Sección 1502) estadounidense exista y otra es que se cumpla, como señala Amnistía Internacional. Esta organización de defensa de los derecho humanos denuncia que más de 79 de 100 empresas analizadas, incluyendo compañías como Apple, Boeing y Tiffany&Co, "no están haciendo lo suficiente para trazar la cadena de suministro de los minerales que compran".
El pasado 11 de mayo el doctor Mukwege volvió a la misma Cámara que le premió en 2014 y recordó a los eurodiputados que "los minerales no son la principal causa de los conflictos en la República Democrática del Congo, pero los alimentan". "Financian armas, municiones y ejércitos", recordó, y les dijo que luchar contra los minerales en conflicto "no es una cuestión de ponerse de un lado u otro, sino de humanidad".