El secretario de Justicia, Eugenio Pizarro, forzó la caja fuerte de la mujer y vendió lo que sacó en tiendas de compraventa de oro. Le ha caído un año de cárcel.
Al oro le echan de menos en EE UU. A algunos influyentes políticos les gustaría que la cantidad de dinero en circulación no fuera el resultado de la discrecionalidad de su banco central, por conservador que fuera su presidente, sino de la cantidad de oro que mantuviera el banco.