Abusos, violaciones y golpes: así tratan a los inmigrantes los traficantes de personas
Muchos de los inmigrantes que sobreviven a las peligrosas travesías marítimas para llegar a Europa desde el norte de África son víctimas de abusos físicos y sexuales por parte de los contrabandistas que organizan sus viajes, según los testimonios recogidos por trabajadores de distintas ONGs en Italia.
"Podemos decir claramente que la violencia es uno de los métodos utilizados para controlar a los inmigrantes", asegura Stefano Di Carlo, jefe de la misión de Médicos Sin Fronteras (MSF). Sus observaciones muestran que existe un patrón según el cual los traficantes utilizan tácticas cada vez más audaces para llevar a cabo estas peligrosas travesías.
En diciembre y enero varios grupos de inmigrantes, la mayor parte procedentes de Siria o del cuerno de África, quedaron a la deriva en varias embarcaciones cerca de la costa italiana, tras ser abandonados por su tripulación. Se cree que en torno a 400 inmigrantes murieron cuando su embarcación volcó de camino a Italia procedente de Libia el martes. Otros 700 podrían haber muerto el domingo en el naufragio de un pesquero tras el que de momento sólo han sido rescatados una veintena de supervivientes.
"Claramente, la seguridad de los inmigrantes no es una prioridad para los traficantes", dijo Di Carlo, cuyos equipos asisten a los migrantes que llegan a la costa sur de Sicilia. Estas personas cuentan que pagan grandes sumas antes de abandonar Libia por una plaza en el barco, precios que se estiman entre los 400 y los 2.500 dólares por persona, esto es, de 370 a 2.300 euros, aproximadamente.
"Algunos inmigrantes, que han huido de la persecución en sus países de origen, cambian de opinión cuando llegan a la playa, pero los traficantes los obligan a subir al barco amenazándoles o incluso hiriéndoles con cuchillos palos y armas de fuego", dijo Flavio Di Giacomo, portavoz de la Organización Internacional de Migración.
TAMBIÉN AGRESIONES SEXUALES
Una joven somalí que cruzó el desierto libio para llegar a la costa del norte de África dijo a MSF que había sido tomada como rehén cuando llegó. Mientras esperaba a que su familia enviara 1.500 dólares por su rescate, la golpearon. "A otra mujer la violaron", dijo a MSF cuando llegó a Italia. "A mí no me violaron porque hablo árabe (la lengua de sus secuestradores)".
En Libia, el frágil Gobierno lucha por mantener el orden mientras las milicias rivales pugnan por el control del país. "El conflicto civil crea las condiciones para que empeore el contrabando para sobrevivir", dice Christopher Horwood, coordinador de la Secretaría de Migración Mixta Regional en Nairobi.
En un comunicado publicado el miércoles, Yury Fedotov, el director de la oficina de la ONU sobre Drogas y Delitos (UNODC, por sus siglas en inglés), dijo que "los contrabandistas de inmigrantes explotan la desesperación y proveen a las redes criminales de enormes beneficios".
Esta organización tiene como objetivo formar a los agentes contra el tráfico de personas, pero un portavoz de la UNODC dijo que sus operaciones en Libia fueron episódicas en 2014 debido a la velocidad a la que se deterioró la situación política y de seguridad.