Carnaval de Brasil para extranjeros: la fiesta según los brasileños
Cuando se habla del Carnaval de Brasil, lo primero en lo que piensa cualquier extranjero es en una mulata bailando samba. Pero la realidad es que Brasil es un país enorme, y cada región tiene su propio carnaval, con ritmos y costumbres muy diferentes.
Esta lista recoge alguna de sus principales vertientes.
1. Carnaval do Río
Las carrozas alegóricas son REALMENTE complejas
El Carnaval más conocido en todo el mundo es el de Río de Janeiro. En el escenario popularmente conocido como sambódromo de Sapucaí, las escuelas de samba compiten para ver cuál hace el desfile más bonito.
Porque al contrario de lo que se piensa, el Carnaval de Río no es sólo carne.
Todo los años, las escuelas intentan contar una historia. Para eso, los conocidos como carnavalescos, o sea, los responsables de definir la estética del desfile, realizan una profunda investigación sobre el tema escogido. A partir de esa investigación, se realizan la letra del samba-enredo, los disfraces y las carrozas alegóricas.
La abolición de la esclavitud en Brasil, cantada en plena dictadura por la escuela Império Serrano (1969); el origen del universo, cantada por Viradouro (1997); y hasta el concepto secreto, cantado por Unidos da Tijuca (2010), son algunos de los temas que ya han desfilado en este Carnaval.
Los desfiles son fruto del trabajo de un año entero tanto de las comunidades como de las escuelas de samba. Es frecuente que familias enteras, generación tras generación, participen en ensayos, montajes de carrozas, producción de los disfraces y toda la magia de la samba.
En São Paulo, también hay un sambódromo donde se realizan desfiles de escuelas de samba, pero el espectáculo no es tan grandioso como en Río.
2. Carnaval de Pernambuco
En el estado de Pernambuco, en la región del nordeste de Brasil, el Carnaval es muy diferente.
No hay enormes carrozas alegóricas, tampoco hay escuelas de samba ni sambódromo: todo es más simple y tradicionalista. Los foliões, nombre con el que se denomina a la gente que disfruta del Carnaval, forman asociaciones que recorren la ciudad.
En la Recife, capital del Estado, lo más llamativo es el Galo da Madrugada, en el que una única carroza, adornada por un gallo enorme, lidera el desfile.
En Olinda, la tradición son las muñecas gigantes de Olinda, hechas a imagen y semejanza de famosos o políticos de Brasil.
La música tradicional de esta zona tampoco es la samba, sino el frevo. Su principal diferencia respecto a la samba es que es más acelerada, y utiliza trombones, trompetas y otros instrumentos de viento-metal.
No preguntes el porqué del paraguas.
Bailar fervo es completamente diferente a la samba. Los bailarines hacen pasos muy difíciles de seguir, especialmente con un paraguas en la mano.
3. Carnaval de Salvador
Ningún Carnaval de Brasil supera al de Salvador, capital da Bahía, en lo que a sensualidad se refiere.
Los llamados tríos eléctricos son los que animan la fiesta. Se trata de enormes camiones con cajas de música que son hiperpotentes. Sobre los camiones, grandes estrellas del pop brasileño hacen shows móviles, que recorren las calles de la ciudad.
Los foliões saltan y bailan 16 horas al día durante una semana de mucha fiesta y mucho ligoteo. Es frecuente que cualquiera que disfrute de este carnaval se llegue a besar con más de cuarenta personas.
El ritmo de Bahía es el axé, género pop de origen africano con influencias del frevo, del reggae y del merengue: muy bailable y muy acelerado.
Fuera de esto, hay grupos menos pop y más ligados a la tradición africana, como el Ilê Aiyê, los Filhos de Gandhy y el Olodum. Ellos cantan por la igualdad racial y social, celebrando la cultura negra y las religiones brasileñas.
4. São Luiz de Paraitinga
En esta pequeña ciudad histórica, del interior del Estado de São Paulo, el presupuesto de la fiesta es menor, y todo es medio improvisado. Por eso mismo, quizás sea el Carnaval más divertido de todo Brasil. La banda sonora oficial de esta fiesta la componen las conocidas como marchinhas.
Generalmente acompañadas por un grupo de músicos, se pararodian con letras humorísticas temas de actualidad, tanto política como social. Fáciles de memorizar, las marchinhas son cantadas a pleno pulmón por la gente disfrazada que sigue a estos grupos por las calles adoquinadas de la ciudad.
5. Carnaval de Ouro Preto
En Ouro Preto, ciudad del Estado de Minas Gerais, al sudeste de Brasil, el carnaval es ecléctico: hay palcos por la ciudad, donde los artistas pop y DJs hacen representaciones, y hay grupos por la calle, en los que la gente se disfraza.
Aunque el gran reclamo de estas fiestas son los carnavales alternativos que se organizan en los pisos de los estudiantes de la Universidad Federal de Ouro Preto (UFOP). Los pisos, normalmente en caserones históricos de la ciudad, ofrecen paquetes con hospedaje y bar abierto durante 24 horas. La fiesta es ininterrumpida y tiene muy poco que ver con las tradiciones del carnaval. Lo que importa es beber localmente y bailar música electrónica hasta el amanecer.
Este artículo fue publicado originalmente la edición brasileña de 'The Huffington Post' (BrasilPost) y ha sido traducido del portugués.