'El nuevo lujo' de Yves Michaud: por fin entenderás por qué quieres esos zapatos tan caros
Título:El nuevo lujo.
Autor: Yves Michaud.
Editorial:Taurus.
Páginas: 198.
Precio: Unos 18 euros en tapa blanda; 9,49€ en formato ebook.
Fecha de lanzamiento: 8 de enero de 2015
¿De qué va?
¿Qué es el lujo? Mejor dicho, ¿qué es el lujo a principios de este siglo XXI? El francés Yves Michaud lo pregunta en este corto ensayo (algo menos de 200 páginas) en la que desgrana que el lujo de hoy en día pasa por las experiencias exclusivas. Sin embargo, los objetos se realizan de forma industrial ,por lo que ya no son tan exclusivos (pero siguen teniendo un valor innegable y conforman esa experiencia del lujo, que gira alrededor de ellos) y han quedado relegados a un segundo plano.
Además, Michaud plantea los significados del lujo. ¿Por qué perseguimos esos objetos, seamos pobres o ricos? ¿Por qué son tan cotizados? Entre otras cosas, para ayudarnos a generar nuestra propia identidad, a sentirnos identificados y para que los demás nos "calculen", como dice él. Para el autor, el lujo tiene hoy día tres utilidades: la de ostentación o distinción, el placer (algo que él también trata de aclarar, ya que no es fácilmente definible) y el gusto por gastar, es decir, el exceso. En el fondo, Michaud afirma que el placer por el lujo, que nos ayuda a definirnos con nuestra constante búsqueda de lo auténtico, no es más que una debilidad: la de no saber quién somos.
¿Por qué se habla tanto de este libro?
Porque Michaud es uno de los mayores expertos en este tema del mundo. Esta no es primera obra sobre el arte, la belleza o el lujo, pero sí la que más a fondo analiza las tendencias que se están generando en este nuevo siglo y la más afinada y afilada, la mayor crítica actual contra lo que muy a menudo implica el lujo: la envidia, la superioridad, la arrogancia.
Además, el lujo hoy vive uno de sus momentos álgidos. Ya está industrializado, y es a la vez muy accesible (por su presencia múltiple en cientos de lugares, de ciudades) pero también difícil de alcanzar (aparte de por su precio, porque las experiencias que con él se viven son múltiples e infinitas).
LEE LAS PRIMERAS PÁGINAS DE 'EL NUEVO LUJO'
¿Quién lo escribe?
El francés Yves Michaud nació en Lyon en 1944. Ha sido profesor en París, Berkeley y Edimburgo, director de la Escuela de Bellas Artes de París durante siete años, y él mismo creó la Université de Tous les Savoirs. Como especialista en filosofía del arte, ha escrito libros relacionados con el placer o con temáticas similares a la de esta nueva obra. Entre ellas, destaca El arte en estado gaseoso, otro ensayo sobre la importancia de la estética, o Ibiza mon amour, en la que ya apunta a la industrialización del lujo.
¿Quién debería leerlo?
Todos los que, en algún momento de su vida (ya sea durante un segundo o casi todo el rato) hayan deseado algún objeto de lujo. Y no solo un objeto. ¿Has soñado alguna vez con un safari a África durmiendo casi al aire libre pero con todas las comodidades? ¿En perderte en una isla desierta viviendo a cuerpo de rey? ¿En entrar en ese sitio tan de moda con un pase VIP, para no esperar colas y poder ir a los mejores sitios? Entonces has ansiado una experiencia de lujo, que ya va tan unida al objeto de lujo que forma parte de él.
¿Qué ha dicho la crítica?
Nuestra opinión:
Michaud disecciona el lujo actual con multitud de datos, pero también guiado por los grandes filósofos, cuyas opiniones y fundamentos están muy presentes en este análisis. Así se ve cómo el pensamiento clásico sigue recorriendo el pensamiento actual, y sirve para analizar nuestros comportamientos.
El lujo es desigual por naturaleza: fue propiedad de los reyes, los aristócratas, los burgueses y, ahora, de los ricos y los nuevos ricos. Pero no se trata solo de que ellos lo alcancen (las empresas de lujo tienen unos "márgenes de lujo", como explica Michaud en el libro citando a uno de los grandes propietarios del negocio), sino que el ciudadano medio también puede optar de cuando en cuando al lujo, gracias a la llamada "apariencia del lujo": experiencias y adquisiciones limitadas que, supuestamente, le acercan a esos ricos y le ayudan a definirse. Y gracias a las cuales tiene capacidad de generar envidia y de ser reconocido por los demás.
El autor se muestra muy acertado con su definición de que el lujo hoy en día es toda una experiencia, incluso cuando compramos algo, cuando va a asociada a un objeto: la de llegar a la tienda, que te abran la puerta, el aroma que desprenden los objetos allí perfectamente expuestos, la de la atención personalizada y hasta la de la bolsa y la factura que se nos entregan. Todo ello cuenta tanto o más que el objeto en sí. Lo que ya puede parecer algo más discutible es que ese lujo sea solo (o principalmente) por que los demás "nos cuenten" y para dar envidia, ya que puede estar hecho solo para el placer propio, por el gusto del objeto y la experiencia, aunque Michaud lo asocia siempre a la arrogancia.
En cualquier caso, es una obra que refleja perfectamente el mundo del lujo y la creación de nuevas industrias, experiencias, objetos... de este tipo, ya que al fin y al cabo están asociadas a uno mismo, a su propia construcción de la identidad.
El primer párrafo:
Entre 1995 y 2012, el mercado mundial del lujo pasó de 77.000 millones de euros a 212.000 millones. La consultoría Bain & Co., especializada en el análisis de dicho mercado, calculó que en 2014 serían 230.000 millones de euros. Sin embargo, durante este periodo, la industria del lujo ha pasado por dos crisis importantes, una en 2001-2003, tras el pinchazo de la burbuja bursátil y los atentados del 11 de septiembre de 2001, y la otra en 2008-2009, tras la crisis de las subprimes y los activos tóxicos. No obstante, el sector del lujo se ha recuperado siempre más deprisa que todos los demás y rápidamente ha vuelto a crecer. Incluso el terremoto y el tsunami de marzo de 2011 en Japón no hicieron más que desacelerar y modificar el consumo de lujo japonés, cuando el temor era que se viera afectado durante muchísimo tiempo.
La entrevista
Con motivo de la aparición de este libro, hay dos interesantes: la de El País y la de El Diario.