Sorpresas, tequila y besos al 'cabezón': las reacciones a las nominaciones a los Goya 2015
Un día después de Reyes, Blanca Suárez, Marian Álvarez y Kike Maíllo han ejercido durante unos minutos de Melchor, Gaspar y Baltasar para anunciar el mejor regalo de 2015 a las producciones cinematográficas españolas. Las dos actrices y el director han sido los encargados de la lectura de nominaciones a la 29 edición de los Premios Goya, celebrada esta mañana en la Academia de Cine.
28 sobres —ya se sabía que Antonio Banderas obtendrá el Goya de Honor, la categoría número 29— bien cerrados y custodiados bajo notario les esperaban en el escenario, donde por turnos han ido desgranando qué películas optarán a los deseados cabezones. El ritual, el mismo en cada categoría: se rasgaba el sobre con ceremonia y uno de los tres se acercaba al atril para enunciarlas —Blanca Suárez, vestida de Dior, tuvo que recurrir a unas grandes gafas de pasta negras para leerlas—, empezando por los cortometrajes y premios técnicos y terminando con los grandes: Dirección, Mejor interpretación masculina y femenina y Mejor película.
En poco más de diez minutos ya se conocía el veredicto de los académicos y era turno de la foto de familia. A la vez, tocaba repaso: ¿cuál ha sido la película más nominada? ¿Desbanca a alguna que tenga el récord histórico? ¿Algún taquillazo ha pinchado en nominaciones? Sin apenas dar tiempo a echar cuentas, salía al escenario el equipo de La isla mínima, triunfadora indiscutible con 17 nominaciones en 16 categorías, ya que Raúl Arévalo y Javier Gutiérrez comparten candidatura a Mejor interpretación masculina protagonista.
A pesar del éxito, el director de La isla mínima, Alberto Rodríguez, quiere mantener los pies en la Tierra. En 2013 consiguió 16 nominaciones con Grupo 7, que finalmente sólo consiguió dos Goyas (al Mejor actor revelación y Mejor actor de reparto), pero afirma que espera que "algún día la tendencia se invierta". Fuera, en el photocall, uno de sus protagonistas, Javier Gutiérrez, expresaba su alegría ante las cámaras: "Es un regalazo para los dos, no habría sido posible si el trabajo del otro (Raúl Arévalo). Nos hemos retroalimentado, así que no entendería una nominación a uno sin contar con el otro". La celebración tendrá que esperar... o hacerla trabajando, ya que tenía que irse corriendo a un rodaje.
La isla mínima se medirá con El Niño, que le pisa los talones con 16 nominaciones. Su director, Daniel Monzón, agradecía ser reconocido por los compañeros "con tanta contundencia", pero haya premios o no, se lo pasará muy bien en la gala: "Va a ser una ceremonia muy feliz porque si El Niño se lleva algún premio va a ser muy grato. Aplaudir a amigos que se lo lleven también va a estar muy bien", afirma el director que ya arrasó en los Goya de 2009 con Celda 211.
Sorpresa, ilusión, agradecimiento, felicidad... eran los sentimientos más repetidos por los agraciados con las nominaciones. A la actriz Macarena Gómez, nominada a Mejor interpretación femenina por Musarañas, la noticia le pillaba de compras. No se lo esperaba, ya que "la película se ha estrenado tarde y quizá no podían verla todos los académicos", por lo que nada más enterarse se presentó corriendo en la sede de la Academia. Su estilista le acercó un atuendo de emergencia y así pudo aparecer con un vestido rojo corto, plagado de lentejuelas, con vocación de alfombra roja.
Elena Anaya, ganadora ya de un Goya por La piel que habito y que opta a otro en esta edición por Todos están muertos, se enteró de su nominación estando en su casa, acompañada por su familia. Ve "muy difícil ganar", pero ante esa posiblidad asegura que la ilusión no cambia: "No tengo hijos, pero es como si te preguntan quién te hace más ilusión, si el primero o el segundo". Para celebrarlo, confiesa que se tomó un tequila en pleno mediodía "brindando por todos y por el cine español".
En peores condiciones se enteró Carlos Vermut, director de Magical Girl, película que ha obtenido siete nominaciones. No pudo asistir al acto por estar enfermo y escuchó las nominaciones en pijama y con gripe. Otros ausentes al acto reaccionaban a través de sus cuentas de Twitter:
Lo que no podía faltar antes de irse era el beso al cabezón, la réplica de la estatuilla de los Goya ubicada en la entrada de la Academia de Cine. Quiénes se lo llevarán a casa no lo sabremos hasta la gala del próximo 7 de febrero, que estará presentada por Dani Rovira, nominado a Mejor actor revelación por Ocho apellidos vascos. Es el octavo presentador de los Goya que opta también a un premio. Sin embargo, sólo en dos ocasiones el presentador ha recogido una estatuilla y, curiosamente, las dos veces la protagonista ha sido Rosa María Sardá, por su participación en Por qué lo llaman amor cuando quieren decir sexo (1993) y Sinvergüenzas (2002).