Cuántas calorías esconden los dulces navideños (VÍDEO)
Cenas de empresa, comidas familiares, aperitivos con los amigos... Se avecinan malos tiempos para la báscula y es que, como afirma la nutricionista Amil López, "la Navidad es un factor de riesgo para muchas personas".
Esta especialista en farmacia y nutrición, creadora de Dieta coherente, asegura que una persona engorda fácilmente unos 3 kilos estas fiestas y, de hecho, observa un claro repunte en su consulta a principios de enero. De acuerdo con la experta, las comilonas navideñas pueden tener consecuencias negativas para la salud si se llevan al extremo.
Para evitar esto debemos tener en cuenta una palabra: EQUILIBRIO. Consiste en compensar las comidas —sin saltárselas— y hacer un gasto energético equiparable a lo que consumimos, ya que, en palabras de la jefa del Servicio de Nutrición del Hospital La Paz, Carmen Gómez Candela, lo que produce la obesidad es el desequilibrio unido al sedentarismo.
LOS DULCES, EN EL PUNTO DE MIRA
Para anticiparnos a la que se nos viene encima, hemos decidido centrarnos en algo que nunca falta en una mesa navideña —en algunos casos desde el mes de noviembre— y que no se suele contabilizar dentro del menú. Efectivamente, los dulces.
Si bien es cierto que a nadie le amarga uno, un consumo excesivo (recalcamos, EXCESIVO) de estos típicos productos navideños puede acarrear otros problemas más allá de los kilos extra. Dispara la concentración de glucosa en sangre, acumula azúcar en el intestino y puede producir sobrecarga en los riñones, el hígado y el páncreas. En las personas con un estado de salud delicado o propensas a este tipo de afecciones, incluso podría provocar diabetes tipo 2, aumentar los niveles de ácido úrico, triglicéridos, transaminasas y colesterol o crear piedras en la vesícula.
No obstante, no se trata de ser alarmista ni de demonizar los productos con azúcar... Por ejemplo, ¿sabías que 100 gramos de nueces tienen más calorías que 100 gramos de azúcar? Pues sí, concretamente, 270 más: 100 gramos de nueces tienen 670 kcal, frente a las 400 del azúcar. Por eso los dulces light apenas se diferencian de los tradicionales en cuanto a aporte calórico. ¡Otro mito alimentario que se cae por su propio peso!
ATENTO A LO QUE COMES
Una figurita de mazapán, un polvorón y dos trozos de turrón (más o menos 100 gramos de dulces navideños) aportan en torno a 500 kcal. ¿Y eso es mucho o poco? Depende de con qué lo compares y de con qué lo compenses. Para que te hagas una idea, en el vídeo se muestran varias equivalencias entre productos típicos de Navidad y alimentos que suelen estar presentes en nuestra dieta el resto del año.
Dicho esto, y si no quieres descontrolarte demasiado, tienes varias opciones de cara a estas fiestas:
1. No acudir a ninguno de tus compromisos gastronómico-familiares (no recomendado y casi imposible).
2. Hacer ejercicio moderado aprovechando que tienes vacaciones. Por poner un ejemplo, las 500 kilocalorías mencionadas antes se pueden quemar saliendo a correr 6 kilómetros. Tal y como apunta Ángel Gil, presidente de la Fundación Iberoamericana de Nutrición (FINUT), "es muy fácil mantener el peso con una ingesta alta de calorías siempre y cuando se haga ejercicio".
3. Controlarte en las comidas. Antes y después de los encuentros señalados, compensa con alimentos ligeros y diuréticos, como caldos, ensaladas, espárragos o piña. En las comidas clave, decántate por postres alternativos (sorbetes, macedonia, gelatina...) y dulces caseros en lugar de industriales (mejor con harina integral, menos azúcar y aceite de oliva en lugar de otros tipos); trata de aligerar las salsas; no te excedas con los entrantes pesados (como el paté y los quesos de untar) y cambia los refrescos por el agua para acompañar el alcohol (en caso de que quieras tomar alguna copa).
... PERO TAMPOCO TE OBSESIONES
Como recuerda la nutricionista Marta Ruiz, aunque nos pasemos un día con las calorías, "el cuerpo está dotado de un magnífico regulador del peso que hace que no engordemos de forma instantánea". Ya lo dice el refrán: una vez al año no hace daño.
Como especialista en trastornos de la alimentación, Ruiz es consciente de que estos días hay gente que "hace muchas barbaridades" y recalca que es tan importante evitar este tipo de conductas obsesivas como los atracones desmesurados. Echando mano de nuevo al refranero, no olvidemos que la virtud está en el término medio y que los extremos nunca fueron buenos.