La ‘escuela de calor' del PSOE: "Pedro, Pedro", sudor y lágrimas en Ferraz
Arde la calle, al sol de poniente… El PSOE salió totalmente quemado en las pasadas elecciones europeas y tan solo era 25 de mayo. Casi cincuenta días después, en un bochornoso 13 de julio, en Ferraz se ha abierto un nuevo capítulo del socialismo español entre gritos de "claro que sí, Pedro ya está aquí", mucho sudor y los ojos empañados de los que no han ganado.
Y es que en Ferraz durante esta noche no se ha escuchado el ruido de los sables de los otrora todopoderosos barones. Por fin, todos los militantes del partido podían votar directamente a su líder y ya por esa condición han elevado a un altar histórico de la socialdemocracia a Pedro Sánchez.
El propio Alfredo Pérez Rubalcaba se lo ha dicho a la cara, que sienta el “orgullo” de ser el primer ‘número uno’ del PSOE elegido por las papeletas de todos los afiliados.
Urnas, votos, cifras, datos de participación… ¿pero qué ha pasado además en la sede del PSOE? Tras centenares de kilómetros y decenas de actos con compañeros, en apenas una hora y media han visto cómo se resolvía el misterio. Poco más de 90 minutos de infarto entre su llegada a la casa madre del PSOE y los datos oficiales que arrojaban al ganador.
El único que ha entrado a pie a la sede ha sido José Antonio Pérez Tapias. Siempre con el aura de doctor universitario, con paso firme y tranquilo. Ha votado en Granada, donde da clase, y ha llegado justito a Madrid. Antes ha compartido durante el día café con otros militantes y ha recordado los mejores momentos de lo que ha vivido. Franqueaba la puerta “animadísimo” y con buenas vibraciones, a pesar de vestir chaqueta durante la pegajosa jornada. El polo negro lo había dejado en el sur.
Los dos grandes favoritos, Eduardo Madina y Pedro Sánchez, han llegado poco después de las ocho en coche. No tenían el cuerpo para tantos periodistas en la puerta, llevan muchos titulares encima. Todos en capilla, a la espera de saber cuál sería su futuro.
El futuro estaba escrito en blanco, como el color de la camisa de Pedro Sánchez. Él era el candidato más inmaculado. Ha presumido de haber trabajado en el sector privado, de no haber hecho de la política su profesión de toda la vida. La transición será también blanca, pues ha coincidido en preferencia de color y estilismo con su antecesor.
“PEDRO, PEDRO, PEDRO”
Si Penélope Cruz gritó con toda su alma ‘Peeeedro’ al darle a su amigo el Óscar para ‘Todo sobre mi madre’, los militantes reunidos en el salón de actos del partido se han desgañitado al grito de ‘Pedro, Pedro, Pedro’. Aplausos, gritos, abanicos, calor en grados y emoción. Hasta las acreditaciones servían para rebajar la intensidad del momento a modo de 'paipays progresistas'.
Sobre el escenario los cuatro grandes protagonistas tras conocerse el resultado (los tres candidatos y Rubalcaba). Madina, el segundo, el secretario general que nunca fue iba de azul, también se daba aire con las manos, la espalda mojada totalmente. Ahora le toca no dar la lata, como ha confesado estos días sobre su actitud si perdía.
Entre los congregados se encontraba su círculo más íntimo, los que le han acompañado, su equipo de campaña, los que intentaron escribir su sueños. “Hemos perdido, es la democracia”, decía uno de los fieles aliados del vasco al saber el resultado con lágrimas en los ojos.
“CLARO QUE SÍ, PEDRO YA ESTÁ AQUÍ”
Pero no ha sido su noche. La noche se ha escrito al ritmo de “Pedro, Pedro” y “Claro que sí, Pedro ya está aquí”. Cuando ha comenzado a dar su discurso, una militante le ha gritado ‘unidad, unidad y unidad’. Y él la ha escuchado y le ha respondido directamente: “Claro que va a haber unidad, voy a ser el secretario general de la unidad”. Eso ha vuelto a ganarse a los suyos, tan necesitados de fuerza ante la desazón de los últimos años, que han coreado mirándole ensimismados: “secretario general, secretario general”.
Y entre ellos, su pareja, Begoña. Emocionada, gritando, aplaudiendo. Hoy empieza ella también una nueva vida. Aquel joven apasionado del baloncesto y al que le chifla viajar a Granada del que se enamoró, es el nuevo líder de los socialistas. El valor emergente que tiene el reto de recuperar al PSOE más decadente, el que peores resultados históricos cosechó en las elecciones de mayo. No le va a quedar mucho tiempo para ir a conciertos de Björk y La Habitación Roja.
ABRAZOS RECONVERTIDOS
Ya es el chico del momento de la socialdemocracia. Del joven que recopilaba las enmiendas de la Conferencia Política el pasado mes de noviembre al hombre fuerte de puño y rosa. Muchos se han olvidado esta noche de sus viejas rencillas. Como el líder del PSM, Tomás Gómez, que batalló por echarlo de las listas del PSOE en 2011 y que este domingo entraba al contrario muy contento en Ferraz y lo buscaba desesperadamente para darle un abrazo. Todo muy ‘House of cards’.
Toca mover fichas. ¿A qué dirigentes se han visto por la sede? Pocos barones, a excepción de Gómez y del líder saliente de los socialistas navarros, Roberto Jiménez. Han arropado al candidato Soraya Rodríguez, Purificación Causapié, Antonio Miguel Carmona, Carla Antonelli, Teresa Cunillera, Gaspar Zarrías...
Unos que vienen y otros que se van. La dirección de la época rubalcabista cuenta las horas para su salida. Tiene fecha de caducidad: el congreso del 26 y 27 de julio. Mientras, sonríen y se felicitan por haber puesto en marcha el histórico proceso de la consulta. El secretario de Organización, Óscar López, relucía más que en ninguno de los días que ha tenido poder en Ferraz. “El proceso ha sido impecable”, decía uno de sus más estrechos colaboradores entre abanicos y suspiros por el calor.
¿Quién es ese tal Pedro Sánchez?, se titulaba el vídeo con el que su campaña intentaba acercarlos a los ciudadanos. Pues en sus manos está el futuro del PSOE. Nunca olvidará esta noche de sudor, lágrimas y aplausos.