Un activista se quema a lo bonzo en defensa del pacifismo de la Constitución japonesa (VÍDEO)
Un hombre se ha quemado a lo bonzo este domingo en una pasarela de la estación tokiota de Shinjuku en protesta por la reinterpretación de la Constitución que el Gobierno de Japón pretende llevar cabo, según los medios nipones.
El hombre, de entre 50 y 60 años, ha utilizado un megáfono para protestar contra los intentos del Gobierno para acabar con el carácter pacifista de la Carta Magna japonesa, que prohíbe cualquier acción armada si el país no es atacado previamente.
Tras lanzar las proclamas, el manifestante se ha prendido fuego alrededor de las 14.00 hora local (05.00 horas española) utilizando combustible que portaba en dos botellas de plástico mientras cientos de personas contemplaban la escena, según el diario Asahi.
"Estaba sentado con las piernas cruzadas y hablando, así que pensé que terminaría sin más incidentes, pero cuando volví, unos 30 minutos después, (el hombre) seguía allí. Entonces, de repente, su cuerpo estaba envuelto en llamas", ha relatado un estudiante de 18 años, Ryuichiro Nakatsu.
La policía, que acordonó la zona, no ha dado detalles del estado del hombre después de que varias mangueras consiguieran apagar las llamas, aunque según el mismo diario ha sido trasladado con vida a un hospital con graves quemaduras en la cara.
El Gobierno del primer ministro conservador, Shinzo Abe, tiene previsto presentar este martes los mecanismos con los que modificará la interpretación del Artículo 9 de la Carta Magna japonesa, que prohíbe expresamente el uso de la fuerza para resolver disputas internacionales.
La polémica medida de Abe busca lograr que Japón pueda ejercer un derecho de "autodefensa colectiva". Este concepto contemplado en el Derecho internacional permitiría la participación de Tokio en operaciones de seguridad de Naciones Unidas y la asistencia militar a aliados en caso de que estos sean atacados.
Los intentos del Ejecutivo para llevar a cabo esta modificación están siendo muy contestados y las últimas encuestas muestran como entre el 60% y el 67% de los japoneses se oponen a que su país renuncie al carácter pacifista de su Constitución, redactada por Estados Unidos tras la Segunda Guerra Mundial.