EEUU amenaza a Putin con más sanciones en plena escalada del conflicto en Ucrania
Una tensión contenida, pero in crescendo, se está apoderando de la parte oriental de Ucrania y de las relaciones entre EEUU y Rusia. Kiev y las provincias orientales, parcialmente ocupadas por fuerzas pro-rusas, se acusan mutuamente de incumplir los acuerdos de Ginebra firmados la semana pasada, que debían poner fin a las ocupaciones ilegales y operaciones militares.
La portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Jen Psaki, reconoció este lunes que la imposición de sanciones contra el presidente ruso, Vladimir Putin, sigue siendo una posibilidad, aunque ha reconocido que antes de dar este paso aún habría que adoptar otros "muchos" castigos en relación a la crisis de Ucrania.
Psaki ha asegurado que tomará decisiones sobre más sanciones en cuestión de "días" por la negativa de los separatistas del este de Ucrania de abandonar los edificios tomados, aceptar la amnistía y seguir una vía política.
Fuentes consultadas por Reuters describen la insatisfacción dentro del Congreso de EEUU con las sanciones ya en vigor, que no han disuadido a Vladimir Putin de dar calor a los separatistas y seguir culpando a la UE y EEUU de allanar el camino hacia una "guerra civil".
BIDEN ABORDA EN KIEV LA CRISIS
El vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, aborda este martes con los máximos dirigentes ucranianos la falta de avances en el cumplimiento de los acuerdos de Ginebra, llamados a despejar las vías para un arreglo a la grave crisis que vive Ucrania.
Biden se entrevistará en el curso de la mañana con el presidente interino de Ucrania, Alexandr Turchínov, y el primer ministro, Arseni Yatseniuk, así como con miembros de la Rada Suprema (Parlamento).
La inestable situación en el país debido a la sublevación prorrusa en el este de Ucrania y los preparativos para las elecciones presidenciales extraordinarias del 25 de mayo próximos serán temas principales de la conversaciones del vicepresidente estadounidense interlocutores ucranianos.
Además, se abordarán los avances en materia de reforma constitucional y descentralización administrativa, dos de las demandas de los prorrusos.
Biden llegó a la capital ucraniana ayer, un día después de que un tiroteo en la región insurgente de Donetsk haya amenazado echar por tierra la frágil tregua declarada por ambos bandos con ocasión de la Pascua ortodoxa.
Los sublevados y Rusia no tardaron en dar por terminada la tregua por culpa de Kiev, mientras las fuerzas de seguridad ucranianas aseguran que desde el pasado viernes no han efectuado ninguna operación contra las milicias prorrusas.
Según la prensa estadounidense, Washington está dispuesto aumentar la asistencia económica y energética al Gobierno de Kiev para impulsar las reformas, pero no se espera ningún compromiso en materia militar, aunque el Ejército ucraniano está muy necesitado de equipamiento moderno.