Sube la riqueza de las familias y baja la morosidad bancaria
La riqueza financiera neta de las familias españolas -la diferencia entre los ahorros y los préstamos que tienen concedidos- superó al cierre de 2013 el billón de euros, al situarse en 1,044 billones, lo que no ocurría desde antes del inicio de la crisis, en 2006.
Por otro lado, y también según datos del Banco de España, la morosidad del crédito concedido por bancos, cajas, cooperativas y establecimientos financieros que operan en España bajó en febrero al 13,42%, desde el 13,53% de enero, con lo que acumula dos meses consecutivos de recortes.
Estas caídas se producen después de que el pasado mes el Banco de España explicara que desde enero el dato de morosidad incluía por primera vez en el cómputo total del crédito el correspondiente a los Establecimientos Financieros (EFC), lo que aumenta el saldo total y hace que disminuya la tasa de morosidad.
Según la información provisional correspondiente a febrero, el sistema financiero español acumulaba en conjunto un volumen de créditos morosos de 195.093 millones de euros, frente a los 197.183 del mes anterior, mientras que el crédito concedido total era de 1,453 billones de euros, por debajo de los 1,457 billones de enero.
Además, la riqueza financiera de las familias supera a sus pasivos financieros -préstamos a corto y a largo plazo y otras cuentas pendientes de pago, como créditos comerciales y anticipos- por primera vez desde el año 2007.
LA RIQUEZA DE LAS FAMILIAS CRECE UN 25,6%
Según los datos publicados del Banco de España, la riqueza financiera de los hogares españoles creció el pasado ejercicio un 25,6%, ya que al término de 2012 alcanzó 831.473 millones de euros.
Los activos financieros de los hogares españoles -dinero en efectivo, acciones, depósitos y valores en renta- se elevaban al concluir 2013 a 1,891 billones de euros, el 9,1 % más que un año antes y su nivel más alto también desde 2007.
La mayor parte de estos 1,044 billones de euros correspondía a efectivo y depósitos de las familias, 882.115 millones de euros, en tanto que en acciones y otro tipo de participaciones los hogares españoles tienen invertidos 644.479 millones de euros.