Biden llega a Ucrania para apoyar al Gobierno de Kiev frente a los prorrusos
¿Podrá el vicepresidente de EEUU desbloquear la crisis entre Ucrania y Rusia? Joe Biden ha aterrizado este lunes en Kiev para respaldar a las autoridades ucranianas en su pulso con las milicias prorrusas del este del país.
Este lunes se reunirá con los miembros de la Rada (Parlamento) y varias organizaciones no gubernamentales en el marco de su visita de dos días al país. El martes abordará los problemas que atraviesa Ucrania con el presidente interino de Ucrania, Alexandr Turchínov, y con el primer ministro, Arseni Yatseniuk.
Biden estudiará con los líderes ucranianos los avances en materia de reforma constitucional y descentralización administrativa, dos de las demandas de los prorrusos, y la reestructuración de la alicaída economía ucraniana.
La Casa Blanca ha apostillado que el vicepresidente de EEUU estudiará "la celebración de unas elecciones presidenciales libres y justas el 25 de mayo", así como "los pasos para mejorar la seguridad energética del país a corto y largo plazo".
Un oficial a bordo del avión de Biden ha asegurado a los medios que la ayuda que ofrecerá EEUU a la antigua república soviética tiene dos partes: asistencia técnica para aumentar la producción y eficiencia energética (Ucrania es un productor de gas natural, aunque sobre todo lo importa desde Rusia) y en la distribución por todo el país de un paquete de ayuda económica internacional.
LOS PRORRUSOS CONTINÚAN LA OCUPACIÓN
La visita de Biden sirve principalmente para mostrar el apoyo simbólico de EEUU al Gobierno de Kiev frente a las milicias prorrusas armadas que continuan ocupando edificios oficiales del este del país. El Departamento de Estado de EEUU ha advertido a Moscú de las consecuencias si no cumple con lo acordado el pasado jueves en Ginebra, cuando Rusia se comprometió a persuadir a las milicias a deponer las armas y desalojar los edificios públicos.
Los prorrusos siguen sin entregar las armas, controlan el Ayuntamiento de Donetsk y la ciudad de Slaviansk, y ponen sobre la mesa condiciones inaceptables para Ucrania como el desmantelamiento del Maidán (corazón de las protestas en Kiev). El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, ha desviado las acusaciones hacia su país de mantener la tensión y escalar la violencia en la zona al acusar a su vez a Kiev de estar incumpliendo el tratado "de manera flagrante".
El domingo murieron cinco activistas prorrusos en un ataque contra un puesto de control en la localidad de Slaviansk. Ucrania ha acusado a Rusia de "escenificar" el incidente, que Moscú ha achacado a "nacionalistas ucranianos".
Horas después, el autoproclamado alcalde de la ciudad, Viacheslav Ponomariov, instalado tras la toma de la localidad por parte de las milicias prorrusas, ha apelado al presidente ruso, Vladimir Putin, a que envíe tropas de interposición para el mantenimiento de la paz a la zona.
"Vladimir Vladimirovich (patronímico de Putin), los fascistas e imperialistas están empleando todos los medios a su alcance para intentar derrotar a nuestra pequeña ciudad de provincias de la región de Donetsk", ha denunciado Ponomariov, según recoge la cadena de televisión rusa LifeNews.