Pyongyang libera en un aparente gesto de distensión a un turista estadounidense detenido

Pyongyang libera en un aparente gesto de distensión a un turista estadounidense detenido

AFP

El régimen norcoreano liberó este sábado por sorpresa a un turista estadounidense al que mantuvo detenido durante más de un mes bajo acusaciones de espionaje, en una decisión que puede contribuir a reducir las tensiones entre Pyongyang y Washington.

En una nota emitida por la agencia estatal KCNA, Pyongyang anunció su decisión de deportar a Merrill Newman, de 85 años, a Estados Unidos teniendo en cuenta "un punto de vista humanitario" y dados "su sincero arrepentimiento" por el crimen cometido y "su avanzada edad y estado de salud".

Poco después, el Departamento de Estado celebró la decisión en un comunicado firmado por su portavoz adjunta, Marie Harf, que agradeció los "incansables esfuerzos" para liberar a Newman de Suecia, país cuya embajada en Pyongyang aloja una representación de EEUU, que no mantiene relaciones diplomáticas con Corea del Norte.

"QUIERO IR A CASA"

Newman llegó esta mañana al aeropuerto de Pekín donde manifestó su alegría "por estar de camino a casa" ante los periodistas y agradeció la "tolerancia" del régimen norcoreano. "Estoy bien, estoy bien. Quiero ir a casa y ver a mi mujer", señaló el norteamericano que presentaba un aspecto saludable.

Por su parte, el vicepresidente estadounidense, Joe Biden, de visita en Corea del Sur, también recibió como agrado la decisión de Pyongyang. "Es un gesto positivo el que han llevado a cabo", explicó Biden en declaraciones recogidas por la agencia Yonhap durante su visita a la zona desmilitarizada que separa las dos Coreas.

Aunque KCNA no especificó detalles sobre la liberación de Newman, la agencia japonesa Kyodo confirmó horas después la llegada del estadounidense, que viajó en un vuelo procedente de Pyongyang, al Aeropuerto Internacional de Pekín, desde donde se prevé que retorne a su país.

LAS ACUSACIONES DE COREA DEL NORTE

Newman, un veterano de la Guerra de Corea (1950-1953), realizó en octubre un tour privado de díez días por el país asiático. El 26 de octubre, concluido su viaje y cuando su avión se disponía a despegar de Pyongyang con rumbo a Pekín, fue arrestado por las autoridades norcoreanas.

En la nota emitida hoy, la agencia estatal de noticias norcoreana insistió en que Newman fue detenido por entrar en el país "bajo la apariencia de un turista para confirmar la localización de espías y terroristas que fueron entrenados y enviados por él, un oficial de inteligencia, en el transcurso de la última guerra en Corea".

La KCNA ya emitió el 30 de noviembre unas imágenes en las que Newman se disculpó por haber intentado contactar con supervivientes de la llamada "Unidad Kuwol", una guerrilla formada durante la contienda para llevar a cabo actividades subversivas en Corea del Norte.

El régimen también le acusó de "atentar contra la soberanía" de Corea del Norte por haber traído material de lectura que criticaba al régimen liderado por Kim Jong-un.

Pese a la liberación de Newman, tanto Biden como el Departamento de Estado recordaron que otro ciudadano estadounidense, Kenneth Bae, sigue preso en Corea del Norte y volvieron a exigir su liberación al régimen de Kim Jong-un.

Bae, un pastor evangélico que trabajaba como agente de viajes en la región china fronteriza con Corea del Norte, fue arrestado en noviembre de 2012 en la zona económica especial de Rason (noreste del país).

El pasado 30 de abril Bae, al que también se conoce por el nombre coreano Bae Jun-ho, fue condenado por el Tribunal Supremo norcoreano a 15 años de trabajos forzados por violar el artículo 60 de la Constitución del país, lo que implica cometer un delito con el objetivo "de derrocar al régimen".

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Rodrigo Carretero es Traffic Editor Manager en 'El HuffPost' y trabaja desde Madrid. Licenciado en Periodismo por la Universidad de Valladolid y Máster en Periodismo por la Universidad Autónoma de Madrid, ha trabajado en 'El Día de Valladolid', en 'El País' y en las radios musicales del grupo Prisa. Puedes contactar con él en rodrigo.carretero@elhuffpost.es