Candy Crush cumple un año y 500 millones de descargas
¿Qué pueden tener en común un ejecutivo neoyorkino, una adolescente japonesa y una ama de casa española? Probablemente, un teléfono de última generación en el que juegan al Candy Crush varias veces al día.
Sólo ha pasado un año desde que este juego gratuito en el que hay que hacer explotar chuches uniéndolas de tres en tres dentro de una cuadrícula saltó a los móviles, pero ya es uno de los más populares en todo el mundo con más de 500 millones de descargas.
¿La clave del éxito? Para Manel Sort, Head of Studio en la sede que la empresa desarrolladora del juego, King, posee en Barcelona, consiste en "probar muchas opciones en lugar de dar por hecho que sabemos lo que funciona".
Por eso, aunque corto, el camino recorrido por este dulce entretenimiento ha sido certero.
Candy Crush dio sus primeros pasos en 2011 en Estocolmo (Suecia), donde se encuentra la sede central de la empresa. Como muchos otros juegos de la misma compañía, Candy Crush consistía en un único nivel cuya continuidad dependía de su éxito en internet. Lo obtuvo, así que pudo seguir dando pasos.
Después llegó su aparición en la red social por excelencia, Facebook. No hace falta explicar lo que sucedió porque pocos meses después, el 15 de noviembre de 2012, el niño prodigio de King llegaba a los móviles y tablets. Había pasado el examen.
Ahora hay dos tipos de usuarios en Facebook: los que juegan a Candy Crush y piden vidas sin parar y los que no. De hecho, una de cada 23 personas en Facebook en todo el mundo juega a hacer estallar caramelos y bolas de chocolate sin parar, según las cifras que maneja la compañía.
ADICTIVO
Candy Crush tiene un truco: sólo hay cinco vidas, y cuando se terminan hay que esperar 20 minutos para obtener la siguiente, hasta un máximo de cinco.
Esta limitación es la puerta de entrada de dinero para King. Por 89 céntimos, el jugador que quiera obtiene otras cinco vidas extra al instante. "Aproximadamente el 60% de la gente no paga nunca y entre los que lo hacen, no gastan más de 20 dólares (unos 15 euros) al mes de media", comenta Sort, quien presume del alto nivel ético de la empresa en este sentido. "No se trata de fomentar los comportamientos adictivos", insiste en referencia a la idea de riesgo que suponen juegos como el Candy para personas con tendencia a la adicción. Sin embargo, no habla de dinero, "aquí sólo creamos juegos", se excusa.
Existe otra forma de conseguir alargar el juego: asaltar con solicitudes y avisos a los amigos en Facebook, una forma que consigue que el juego se extienda de forma viral en la red social. "Hay quien prefiere jugar sin la ayuda de nadie, pero lo cierto es que a la mayoría de los usuarios les gusta socializar", añade el portavoz de King.
EL JUGADOR PAGA - Y MANDA
King lanza decenas de prototipos de juegos en su web y elige los más populares entre los jugadores. Se mide según el número de partidas en cada juego, los comentarios de los usuarios o sus propias peticiones a la empresa que, como sucedió con Candy, solicitaban más niveles. "Tenemos juegos de todo tipo, hacemos el juego que el usuario quiere", explica Sort. De ahí el periodo de prueba de los juegos, para asegurar su éxito, y la popularidad de su producto, avalada por la satisfacción de sus consumidores al disfrutar de un juego que de alguna manera ellos han ayudado a idear y mejorar.
Si el usuario quiere nuevos niveles, se crean -ya van por 455- si hay que hacer cambios en el diseño, se hacen y si hay que hacer caramelos de Candy Crush porque los fans quieren merchandising, pues también se producen. "Para nosotros el usuario es el rey", reitera el responsable de King en Barcelona.
KING EN ESPAÑA
King llegó a Barcelona pocos meses antes del lanzamiento de la aplicación de Candy Crush, más concretamente, en agosto de 2012.
Tommy Palm, el gurú de juegos en la empresa, con más de una década de experiencia a sus espaldas contactó con Manel Sort y echaron a andar en el estudio de la avenida Josep Tarradellas, a escasos 10 minutos a pie de la estación de Sants."En Estocolmo buscan abrir estudios en la misma zona horaria", explica Sort.
Poco más de un año después los 80 empleados han pasado a ser 120 y están en la búsqueda de nuevos profesionales. Es el segundo centro más grande de la compañía después de la sede central.
Dos plantas con paredes de cristal, gimnasio, cocina con fruta fresca repuesta a diario y una terraza llena de puffs de colores, es, según los propios trabajadores, el lugar idóneo para trabajar.
Tanto es así que ya han creado un juego 100% 'made in Spain', Papa Pears Saga, y ha pasado las pruebas como su predecesor, así que este mismo mes aparecerá en las tiendas de apps. Aunque ahora, en vez de una sobre dosis de azúcar, el jugador disfrutará con los alimentos más sanos: frutas y verduras.
A continuación puedes ver un vídeo demostración de cómo jugar con Candy Crush: