Rusia sufre la gran sangría en petróleo y dólares por los ataques de drones de bajo coste de Ucrania
Se estima que hasta el 15% de la capacidad diaria de refinación de petróleo de Rusia se ha visto afectada.

Rusia y Ucrania se han acusado mutuamente durante los últimos días de violar el acuerdo de alto el fuego en materia de instalaciones energéticas. Antes de estos pactos, sin embargo, los ataques con drones ucranianos ya habían causado daños considerables a la infraestructura energética rusa, como refinerías, depósitos de petróleo, estaciones de bombeo y puertos destinados a la exportación.
Muchos de estos objetivos han sido alcanzados en múltiples ocasiones, la refinería de petróleo de Riazán, por ejemplo, ha sido atacada al menos nueve veces en los últimos 15 meses. Se estima que hasta el 15% de la capacidad diaria de refinación de petróleo de Rusia se ha visto afectada, lo que ha reducido la producción en hasta 900.000 barriles diarios, según ha publicado el medio Euromaidan Press.
Esta reducción ha provocado un aumento del 30% en los precios internos del combustible en Rusia, según datos de mediados de marzo de este año, lo que ha llevado al gobierno ruso a implementar una prohibición de exportación de gasolina de seis meses a partir de marzo para estabilizar el suministro interno.
Los ataques también han causado retrasos operativos y un aumento en los costos de reparación, agravados por las sanciones que limitan el acceso a equipos esenciales y repuestos, según agrega el mismo medio. Analistas militares revelaron que, en poco más de seis meses, entre septiembre de 2024 y febrero de 2025, los ataques con drones y misiles ucranianos provocaron daños por al menos 658 millones de dólares a la infraestructura energética rusa.
Durante este periodo, las fuerzas ucranianas destruyeron 50 tanques de almacenamiento de petróleo y dañaron otros 47. El ataque más significativo se produjo el 7 de octubre en la Crimea ocupasa por Rusia, donde 11 tanques con una capacidad total de 69.000 metros cúbicos fueron destruidos en Feodosia, causando daños por más de 37,5 millones de dólares.