Universitarios que no pueden estudiar fuera de su ciudad por falta de becas: "Sólo lo hacen los ricos"
Jonathan de Anta, de 19 años, se ha quedado a 65 kilómetros de su sueño. Esa es la distancia que separa su ciudad, Zamora, de Salamanca, la localidad más cercana donde se imparte Ingeniería Informática, la carrera que quería estudiar.
Tiene un 5,4 de media entre selectividad y bachillerato, una décima menos de lo necesario para obtener la beca para la matrícula. Sin esa ayuda, Jonathan no podrá irse a estudiar a otra ciudad. "Sin la beca, mi familia no puede afrontar el alquiler de una habitación, la comida, la matrícula y todos los gastos que supone estudiar fuera", lamenta.
Ante la situación, ha tenido que trazar un 'plan B'. Ahora, duda entre cursar una Formación Profesional relacionada con la informática o una carrera similar que sí se imparte en Zamora (en el caso de que la Junta de Castilla y León sí le conceda una ayuda).
Como Jonathan, son cada vez más los estudiantes que se ven obligados a quedarse en su ciudad a estudiar, resignándose a cursar carreras alejadas de su vocación porque en su localidad no se imparten. La eliminación este curso de las becas Séneca, el aumento del precio de las tasas -subieron un 66% el curso pasado- y el endurecimiento de las condiciones para lograr una beca general tienen mucho que ver en ello.
En el curso 2011-2012, 112.609 universitarios se marcharon a estudiar fuera de su comunidad, un 9% del total de alumnos, según datos del Ministerio de Educación. Hace dos años, 152.000 estudiantes optaban por cambiar de región (un 12,6%).
Además, el número de alumnos beneficiarios de becas cayeron en 24.520 en el curso 2012-2013, un 3% menos que en el anterior, y el de beneficiarios de ayudas -principalmente destinadas para material escolar- en 578.549, un 59,3% menos, según datos del Ministerio de Educación.
Jonathan se enfada cuando habla de los recortes en las becas generales y de movilidad. "Que una persona no pueda estudiar donde quiere porque no tiene dinero es una vergüenza porque ahora sólo lo hacen los ricos. Hay que recordar que las becas son un derecho conquistado. Si quieres ir a estudiar a Madrid porque crees que allí vas a estar mejor preparado, tendrías que tener la oportunidad de hacerlo", afirma.
AMPLIAR HORIZONTES
Ana García, secretaria general del Sindicato de Estudiantes, explica la importancia que tiene para un universitario poder estudiar lejos de su casa: "La reducción de la movilidad impide viajar y siempre es interesante que los jóvenes puedan ver otras cosas y aprender de forma independiente. Así se amplían horizontes y eso ayuda al desarrollo de los estudiantes". Añade que hay algunas universidades especializadas muy interesantes que van a pasar a ser únicamente accesibles para quien tenga recursos o quien viva en esa misma ciudad.
En ese mismo punto incide Fernando Paz, representante estudiantil en la Universidad de Zaragoza: "Hay buenos profesores en otras universidades de los que no podíamos disfrutar de no ser por las becas". Asegura que él mismo, que tiene un 9,25 de media en su expediente de Filosofía, podría quedarse sin cursar un Máster en Madrid si no le dan una beca. "No creo que eso sea becar la excelencia", resume.
ADIÓS A LAS SÉNECA
Además, el Gobierno ha suprimido este curso las llamadas becas Séneca, que eran similares a las Erasmus, pero en el territorio nacional. 2.050 estudiantes disfrutaron de ese programa el año pasado. Recibían hasta 200 euros para gastos de desplazamiento y unos 500 euros al mes para manutención. El Ministerio de Educación argumenta que los 6,67 millones de euros asignados a estas ayudas las está destinando a reforzar las becas generales.
Caía Ariñez Sanjines, que estudió Sociología en Salamanca, pudo hacer el curso 2010/2011 en Granada gracias a una beca Séneca. Ahora, subraya lo que se hubiese perdido de no ser por aquella ayuda. "Sirve para madurar, crear mentes más abiertas y dispuestas a los cambios. Hoy en día todo se basa en cambios, de trabajo, de ciudad, de piso, de amigos, etc. Es importante aprender a lidiar con esos cambios y afrontarlos con actitud positiva".
Apunta, además, otra ventaja: "Las becas Séneca ayudan a crear mayores redes sociales y futuras redes laborales". "Creo que es una experiencia que te cambia totalmente, te saca un poco de tu 'zona de confort', para aprender cosas nuevas y sobre todo para crecer como persona".