En libertad con cargos los detenidos por atacar la sede de la Generalitat en Madrid el día de la Diada
Los once detenidos por su implicación en el ataque al acto de la Diada de Madrid han quedado en libertad con cargos este viernes tras declarar en el Juzgado de Instrucción número 11 de Madrid, ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Madrid.
A los detenidos se les ha imputado la comisión de los presuntos delitos de lesiones, atentado y amenazas. El juez les ha impuesto la prohibición de aproximarse a menos de cien metros del centro cultural de Blanquerna, donde se desarrollaron los hechos.
Los radicales entraron el pasado miércoles con banderas españolas y símbolos de grupos ultraderechistas al centro cultural profiriendo gritos de "no nos engañan, Cataluña es España"' y, tras agredir a algunos de los asistentes al acto de la Diada, entre ellos al diputado de CiU Josep Sánchez Llibre, arrancaron la 'senyera' que presidía el acto y lanzaron gases irritantes.
Por estos hechos fueron detenidas doce personas, si bien uno de ellos fue puesto en libertad por la policía.
La Policía Nacional detuvo el jueves a seis personas relacionadas con el ataque y otras seis se presentaron el jueves por la tarde por su propio pie en la comisaría de Moratalaz, ante la inminencia de su arresto. Los seis son varones, con edades comprendidas entre 29 y 50 años, dos de ellos con antecedentes por hechos similares.
"ARRIBA ESPAÑA"
Mientras, unas 150 personas han acudido este viernes a los Juzgados de Plaza de Castilla para arropar a su salida a los once detenidos, que han sido aclamados al grito de "¡No nos engañan, Cataluña es España!".
"Patria, Justicia y Revolución" y "Arriba España" han sido otras de las consignas que han clamado, mientras portaban banderas de España y una pancarta en la que se podía leer "Son patriotas. No terroristas", en apoyo a los detenidos.
Uno de los abogados de los detenidos, Pedro Pablo Peña, ha declarado a los medios de comunicación que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, es un "traidor" y ha defendido que la entrada de sus clientes a la sede cultural del Gobierno catalán en Madrid fue un "acto patriótico".