"Hay que mirar adelante": Signos para la esperanza en la tragedia de Santiago
Zapatones está triste. Juan Carlos Lema es historia viva de la ciudad. No es monje, pero va ataviado con un hábito marrón y es conocido como el "peregrino del Obradoiro", con el que todos se hacen fotos.
Hoy vagabundea por la rua do Vilar, a unos pasos de la catedral, refunfuñando, con la cabeza baja. "Ayer estaba aquí, preparando para los fuegos artificiales, pero todo se canceló. Bajé a la estación y lo que vi no se me olvidará en la vida", dice.
Con todo, saca fuerzas de flaqueza y se niega a que la catástrofe tumbe del todo su ánimo.
"Hay que mirar hacia delante. La vida tiene que continuar", dice en conversación con El HuffPost.
"NO PODEMOS DERRUMBARNOS"
A medida que fueron pasando las horas, la idea fue empezando a calar. No se trataba de un atentado terrorista, los familiares empezaban ya el lento y doloroso proceso de interiorizar una ausencia irremplazable... y el cielo negro y lluvioso de las primeras horas de la mañana daba paso al sol, a unas calles más animadas. A un intento de recobrar la normalidad.
Cerca de allí Miguel Botana, un cura de la capital gallega, recurre en este caso a la fe. "Para los cristianos, creer que los seres queridos no han muerto del todo, que dios los tiene en el cielo, que es el consuelo que nos queda. Es el mensaje que intenté trasmitir a las 12", cuando ofició la misa de este día festivo. "Nos podemos derrumbarnos", asegura el sacerdote de bastante solera en Santiago.
¿La juventud está perdida? María no lo tiene tan claro. Esta adolescente se reunió con su pandilla en la plaza del Obradoiro en un estremecedor minuto de silencio que nadie se atrevía a romper. Minutos después del accidente, cuando se enteró por Twitter, fue al centro de transfusión de Galicia y esperó tres horas, en plena madrugada, hasta donar sangre. Ahora exhibe su brazo, lleva un brazo negro y dice, con total tranquilidad, que es "lo mínimo" que puede hacer para aliviar el sufrimiento de heridos y familiares.
LA ESENCIA DE UN PUEBLO
Lo mínimo es a veces un mundo para los políticos. Este jueves PP, PSOE y nacionalistas, acudieron juntos a varios actos. Salieron unidos en las fotos. Se mostraron sobrios y sin más afán de protagonismo que la facilitación de la cifra de heridos.
Según el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, los pueblos demuestran su esencia en los momentos de tragedia. Es la esencia "de gente normal y corriente" como se considera José Luis Pareja, bombero y portavoz del comité de empresa del parque de Ordes, muy cercano a Santiago.
Siete parques de gestión privada estaban en huelga desde el lunes contra la aplicación de la reforma laboral. Ayer la suspendieron en cuestión de minutos. 70 efectivos se pusieron a disposición del operativo y muchos se pasaron unas cuantas horas de sus vacaciones en Angrois, la triste celebre zona 0.
¿Héroes? ¿Un motivo para la esperanza? "No", insiste Pareja. "También tenemos nuestro corazoncito, y esto nos afecta, pero no se nos habría ocurrido hacer otra cosa".
Hay que salir adelante.