Rajoy pide a la UE que invierta 20.000 millones en financiar empresas y que bonificar contratos no compute en el déficit
"La utopía no es más que una verdad prematura". Con esa frase, de autor francés Alphonse de Lamartine, Mariano Rajoy exhibió en París su visión actual sobre la economía y la Unión Europea.
En una intervención en un foro al que asistieron numerosos líderes europeos, el presidente del Gobierno pidió a sus socios, y especial e indirectamente a Alemania, que apuesten por la solidaridad con los países que peor lo están pasando para ser capaces de dar un paso adelante en la construcción europea como el que permitió su fundación o la introducción del euro.
Rajoy pidió que que se cree un "mecanismo" para "excluir de forma temporal las bonificaciones" a la contratación de jóvenes, en lo que a la seguridad social se refiere, no cuenten en "el cómputo del déficit" por el que España afronta un expediente ante Bruselas. Según él, aplicar más ventajas fiscales animaría a la contratación. El Gobierno ya tiene en marcha incentivos a la contratación, pero si la propuesta prosperase, España dejaría de responder por entre 2.500 y 3.000 millones de gasto público, según Expansión.
Por otra parte, Rajoy pide multiplicar por tres la capacidad del Banco Europeo de Inversiones (BEI) "hasta los 30.000" millones de euros "para otorgar a bancos comerciales garantías de alta calidad a préstamos" a pymes. Es decir: como el coste de financiación es excesivamente alto para empresas y bancos, es necesario utilizar los instrumentos europeos que permiten esquivar esas dudas. En ese sentido, algunos países, como Alemania, ya han anunciado que invertirán en dar créditos a empresas de países como España.
Hasta ahora, Rajoy había descartado la utilización de 30.000 millones contra el paro y los desahucios, una medida propuesta por Alfredo Pérez Rubalcaba, que pretendía lograrlos del dinero sobrante del rescate de España.
Rajoy también aprovechó para reiterar, ante los palos en la rueda puestos por Alemania, que hay un calendario para la puesta en marcha de la unión bancaria europea, que permitiría la recapitalización directa de los bancos y hubiese evitado la crisis de Chipre. Un fondo de garantía de depósitos comunitario y la emisión de eurobonos están entre las propuestas de Rajoy.
