Clamor por el matrimonio gay en EEUU: "Nosotros también somos una familia"
Cientos de personas se concentraron este miércoles, por segundo día consecutivo, frente al Tribunal Supremo de EE.UU. para apoyar la legalización del matrimonio homosexual el mismo día que esa máxima corte del país escuchó argumentos sobre la ley de Defensa del Matrimonio.
Aunque menos que el martes, los congregados ante el Supremo exhibieron con entusiasmo multitud de banderas estadounidenses y del arco iris con carteles en los que se leía "Relajaos, heterosexuales, los gais no queremos casarnos con vosotros" o "Hubo un tiempo en el que los gais no podían casarse".
El Supremo estudia la constitucionalidad de la ley federal llamada de Defensa del Matrimonio (DOMA), promulgada en 1996 y que define el matrimonio como la "unión entre un hombre y una mujer", por lo que los homosexuales legalmente casados no pueden obtener beneficios fiscales y pensiones del Gobierno como sí ocurre con los heterosexuales.
"Estamos legalmente casados, pero la DOMA nos niega alrededor de unas mil protecciones que tiene cualquier otra pareja casada en EE.UU. Eso está mal, nosotros también somos una familia, nuestro amor cuenta y debemos ser tratados con igualdad", declaró a Efe John Lewis, quien acudió a Washington con su esposo, Stewart Gaffui, residentes ambos en San Francisco (California).
Según Lewis, los efectos de la DOMA han supuesto para él y Gaffui "cientos de miles de dólares" en pérdidas en sus planes de pensiones, además de llevarles a pagar "miles de dólares de más cada año en seguros médicos" y negarles el derecho a los beneficios conyugales en la seguridad social que tiene cualquier otra pareja heterosexual casada.
18.000 AFECTADOS EN CALIFORNIA
La de Lewis-Gaffui fue una de las aproximadamente 18.000 parejas homosexuales casadas en California antes de que la Proposición 8 -que también se debatió el martes en el Supremo- prohibiese el matrimonio gay en el Estado.
Al igual que ayer, los defensores del matrimonio homosexual fueron clara mayoría hoy ante la corte, aunque también se concentraron una decena de feligreses de la Iglesia baptista Westboro de Kansas, conocida por su postura contraria a la homosexualidad.
"Estamos aquí para sacar a relucir el mensaje de la Biblia sobre la homosexualidad y el matrimonio: un hombre, una mujer, y una vez en la vida", dijo a Efe Betty Phelps, parroquiana de esa Iglesia.
"El Supremo tiene que hacer lo que es correcto y lo que está en sintonía con la Biblia, aunque no creo que lo vaya a hacer", admitió Phelps.
A Phelps la acompañaron otros feligreses de Westboro, quienes hicieron sonar varias canciones de rock cristiano portando carteles en los que se podía leer: "Los homosexuales no pueden arrepentirse", "Nuestros soldados mueren por el matrimonio homosexual" o "El matrimonio homosexual hunde las naciones".
POLÉMICA SOBRE LA ADOPCIÓN
Las audiencias han reabierto el debate sobre la crianza y bienestar de los niños en estas uniones.
Pero la polémica sobre si los Estados pueden pronunciarse sobre estas uniones, que aborda el Supremo, ha avanzado a un terreno desconocido al referirse a su impacto en la crianza de niños.
En EE.UU., el 65 % de los niños son criados por parejas heterosexuales y el resto en hogares de múltiple configuración, desde padres solteros hasta parejas homosexuales.
La Academia Estadounidense de Pediatría (AAP, en inglés), una entidad relativamente conservadora, apoya las bodas homosexuales y el acceso a servicios de adopción para todas las parejas sin importar su género "como la mejor forma de garantizar beneficios y la seguridad para sus hijos".
"La Academia ha llegado a la conclusión de que los niños criados por homosexuales están bien. No hay estudios que demuestren que sufren daños y sí hay pruebas convincentes de que los niños crecen saludables en hogares estables, sin importar la orientación sexual de sus padres", dijo a Efe en entrevista telefónica el doctor Benjamin Siegel, pediatra y profesor de la Universidad de Boston.
La conservadora Fundación Heritage y grupos similares creen que no, y consideran que, aun en "tiempos modernos", los matrimonios tradicionales se basan en la unión biológica de un hombre y una mujer y en la "realidad social" de que los niños "necesitan una madre y un padre".
NO HAY ESTUDIOS A LARGO PLAZO
"Esto de los matrimonios homosexuales es algo nuevo y no hay estudios a largo plazo sobre si benefician a los niños, pero sí hay numerosos estudios, de muchos años, que demuestran que lo mejor para un niño es creer con sus padres biológicos", dijo a Efe Israel Ortega, un portavoz de la Fundación Heritage.
Siegel, coautor de un informe de la AAP sobre el asunto, afirmó que "las parejas homosexuales son capaces de criar bien a sus hijos, al igual que las heterosexuales, siempre que haya amor y no haya problemas económicos, de drogas, de salud mental o de violencia".