Automovilistas y víctimas de accidentes ven positiva pero poco concreta la reforma de tráfico
En general positiva, pero poco concreta. Esa es la valoración que las asociaciones de conductores y de víctimas de accidentes hacen de la reforma del Código de Circulación, por la que se ampliará a 130 km/h el límite de velocidad en algunos tramos de las autopistas y se prohibirán los detectores de radares, entre otras medidas.
El director de seguridad vial de RACE (Real Automóvil Club de España), Tomás Santa Cecilia, considera "positiva" la reforma porque "responde a las demandas y necesidades de los usuarios de la vía". "Va enfocada a mejorar la movilidad de los usuarios, a hacer eficiente el tráfico y a reducir la siniestralidad", añade en declaraciones a El Huffington Post.
Más prudente se muestra Mario Arnaldo, presidente de Automovilistas Europeos Asociados (AEA), quien ve aspectos positivos pero otros inquietantes, como que sean los Jefes de Tráfico Provinciales quienes decidan en qué tramos de las autopistas se podrá circular a 130 km/h. "Primero, porque no son los que han diseñado o construido las vías. Y después, porque si no se usa con criterios uniformes, España puede convertirse en un reino de taifas en el que se usen criterios dispares en cada provincia", apunta. Por ello, pide que se fijen mediante criterios "objetivos y uniformes" a través de una auditoría.
Elena De La Peña, subdirectora general técnica de la Asociación Española de la Carretera (AEC), considera que será necesario que se instalen paneles en autovías y autopistas que no cuentan con ellos y critica la falta de definición de esta medida. "Es necesario definir eso, es fundamental ver en qué carreteras".
"A MÁS VELOCIDAD, MÁS RIESGO"
Desde las asociaciones de víctimas de accidentes de tráfico, también ven positiva la reforma, pese a que da pie a un aumento de velocidad en ciertos tramos de autopistas. "Entendemos que la velocidad es mala, ya que a más velocidad más riesgo de accidentes, pero creemos que no se ha aumentado en gran medida, en la mayor parte se ha reducido", explica Sara Garbajosa, portavoz de la Asociacion Estatal de Víctimas de Accidentes DIA.
Garbajosa se refiere a la eliminación del límite de 100 km/h y su sustitución por velocidad variable de 90 a 50 km/h en función de los tramos en carreteras secundarias. "A menor velocidad, el conductor irá más atento", se congratula. Sin embargo, los automovilistas no están tan conformes.
Arnaldo critica que esta reducción no afecte a las vías en peores condiciones y sin arcén. "Esto es algo que el Ministerio del Interior tiene que explicar", asegura. Además, explica, se ha reducido el límite de velocidad cuando, a su juicio, no es tan determinante en los accidentes en vías secundarias como el estado de las carreteras.
NO AL "CAFÉ PARA TODOS"
De La Peña lamenta que se haya reducido la velocidad en todas las carreteras secundarias al eliminar el límite de 100 km/h. "Porque algunas [carreteras] sí presentan buenas condiciones, ¿por qué reducir la velocidad? Es necesario un análisis pormenorizado sobre qué carreteras sí y cuáles no", asegura.
Ese "café para todos" es lo que molesta también al presidente de AEA, tanto en los límites en carreteras convencionales como en vías urbanas, algunas de las cuales pasarán a ser tramos de 30 km/h o 20 km/h. Arnaldo pide "analizar calle a calle" porque hay zonas de mayor influencia peatonal y otras de menos. "Creemos que los límites de velocidad tienen que ser creíbles, para ser aceptados por los destinatarios, los usuarios".
Santa Cecilia, sin embargo, cree que con esta medida "se da prioridad al peatón frente al vehículo de motor para que puedan convivir peatones, ciclistas y vehículos".
Desde AEC también tienen sus peros, por considerar "muy radical" el descenso de velocidad en vías urbanas. "Habrá en las que sea necesario y otras en las que no. Nos parece excesiva. No hay que perder de vista que la economía en la ciudad está ligada a la movilidad: si reducimos la velocidad al transportista, reducimos la rentabilidad", advierte De la Peña.
FIN A LOS DETECTORES
"Llevamos mucho tiempo pidiendo que se prohibieran, creemos que la velocidad hay que respetarla siempre", asegura Garbajosa, de DIA. También apoyan esta medida los automovilistas, aunque critican los vaivenes respecto a este tipo de dispositivos.
"Me parece un cachondeo", dice Arnaldo. "Cada vez que hay un cambio de Gobierno, se cambian las normas", asegura el presidente de AEA, quien ve "intereses económicos de empresas privadas" tras este nuevo cambio. "El anterior gobierno lo prohibió, luego se toleró, ahora se quiere volver a prohibir... alguien tendrá que explicar por qué", asevera Arnaldo, quien cree que este tipo de detectores también "puede salvar vidas" porque "permite detectar obstáculos".
De la Peña, de AEC, considera que no es una medida "que vaya a afectar al usuario" aunque la valoran como "apropiada". También lamenta que suponga un nuevo cambio en la ley ("nos gusta mucho legislar y volver a legislar") y pide "hacer que se cumpla de una vez".