La crisis aboca a desempleados a la búsqueda y venta de cartón para sobrevivir
“Me quedé en el paro y un año después me vi recorriendo la ciudad subido en un camión. Mi misión es recoger el cartón de las calles antes que mis competidores”. Luis Enrique, de 40 años, nunca imaginó que su economía dependería de la venta de cartón y papel. Se saca unos 600 euros al mes en jornadas maratonianas que van desde las tres de la tarde hasta las cinco de la madrugada.
"Lo más duro es tener que luchar por el papel. Somos muchos los que salimos con el camión y todos estamos igual de desesperados", cuenta Luis Enrique con el rostro demacrado mientras lanza bolsas de plástico negro con residuos de papel a su compañero, que desde el compartimento trasero del vehículo se afana en clasificar el material. El cartón comercial y el papel de oficina son los triunfadores; las empresas recuperadoras de papel pagan unos 90 euros por tonelada recogida.
El proceso es sencillo. Las empresas dedicadas a la recuperación de papel compran estos materiales a particulares a unos seis céntimos el kilo, para después venderlo a las plantas de reciclaje, quienes a su vez obtendrán beneficios con la venta a las empresas papeleras.
Los llamados cartoneros solo tienen una prohibición: no pueden sustraer el papel depositado en los contenedores azules, instalados por el ayuntamiento en las calles para la recogida y posterior reciclaje de este material. La retirada de papel de estos containers es un hecho constitutivo de infracción leve según las ordenanzas municipales, con una multa de hasta 750 euros.
Durante el año 2011, el consistorio madrileño recogió un 32% menos de papel que en 2009 (56 millones de toneladas frente a 82) de los 9.506 contenedores de papel instalados en la ciudad. Un descenso que, según fuentes del sector, se debe al recrudecimiento de la crisis económica y al aumento de personas dedicadas al hurto de estos materiales.
La organización sin ánimo de lucro que gestiona la recuperación y el reciclaje de los envases de cartón, papel, plástico y latas en toda España, Ecoembalajes España, S.A. (Ecoembes), señala en un informe que igual que ha ocurrido con otros materiales como el cobre y el acero, la crisis económica ha llegado al papel, con caídas en la recogida de un hasta un 25% en los municipios de entre 200.000 y 500.000 habitantes. El motivo: el hurto.
"La mayoría del papel lo recogemos de la puerta de las tiendas, no perdemos el tiempo en abrir los contenedores azules", cuenta Luis Enrique antes de subirse de nuevo al camión. "De todas formas, esta es mi única fuente de ingresos y tengo una familia a la que alimentar. Que nos dejen en paz". Su jornada continúa; aún le quedan muchas horas de frío por delante.