El Sevilla destituye a Míchel tras lograr cuatro puntos de los últimos 21 posibles; Emery, nuevo entrenador
Míchel ya no es entrenador del Sevilla. El entrenador madrileño ha sido despedido en la tarde del lunes después de que el equipo andaluz perdiese este fin de semana frente al Valencia (2-0). El Sevilla marcha actualmente decimosegundo en la clasificación, con 22 puntos, lo que le sitúa más cerca del descenso (seis puntos) que de puestos de Liga Europa (está a nueve). Además, ha logrado cuatro puntos de los últimos 21.
Unai Emery, exentrenador del Valencia y del Almería que hasta hace unas semanas dirigía al Spartak de Moscú, se ha convertido en el nuevo entrenador del equipo al firmar un contrato hasta final de temporada y una campaña más.Emery se pondrá al cargo de la plantilla a partir de este martes, antes incluso de ser presentado como nuevo técnico hispalense. El técnico elaborará la lista de convocados con los que se desplazará hasta Zaragoza por la tarde para la disputa del partido de ida de cuartos de final ante el conjunto maño.
El presidente del Sevilla, José María Del Nido, no había ocultado en los últimos días su malestar y había calificado de "muy deficiente" la primera vuelta completada por su equipo. El presidente señaló que se encuentra "en contacto diario y directo con los técnicos del primer plantel y con todos los jugadores, desde los capitanes al último de ellos", y que "todos saben el pensamiento del presidente y participan de ese pensamiento". "No creo que nadie apruebe la marcha del equipo en la primera vuelta, y si lo aprueba, mal está haciendo", acusó ante una situación que le hizo recordar crisis anteriores.
"Esta no es la peor crisis deportiva de Del Nido. Con Caparrós fui a Bilbao en descenso y lo renové. No hay que llevar a conclusiones terroríficas la situación actual, si bien es cierto que estamos a más distancia de Europa que de los puestos de descenso. Pero hay que hacer un reciclado, volver a nuestros orígenes y pensar sólo en el Zaragoza, para luego ir a Getafe a jugarnos la vida", pidió.
El presidente, que aseguró que su viaje a Londres de la semana pasada fue de carácter privado y no para negociar ninguna salida, aseguró que "hay problemas que se han detectado y a los que se les ha dado solución y a otros que no, porque ha habido un Sevilla muy bueno y otro muy malo". "No podemos estar todos los días reconociendo errores, sino adoptando medidas para que los errores no se sigan produciendo", advirtió.