Elecciones gallegas 2012: Feijóo revalida su mayoría, el PSOE se hunde y Beiras irrumpe con fuerza (DIRECTO, FOTOS)
Su madre Sira lo resumió a la perfección al ser preguntada por la prensa, mientras abandonaba la sede del PP de Galicia. "Todos querían acabar con él y al final él acabó con todos", dijo quizás pensando en los lemas de partidos como el BNG ("Para hacerles frente") o Alternativa Galega de Esquerdas ("Hay que pararlos").
La victoria electoral de Alberto Núñez Feijóo difícilmente podría haber sido más rotunda y oportuna. El reelegido presidente de la Xunta avanzó en escaños hasta doblar holgadamente el número que consiguió el PSdeG-PSOE. Logró 41, tres más que los que obtuvo en 2009, cuando alcanzó la mayoría absoluta por un estrecho margen.
Su victoria acarrea claros beneficios para su futuro político, ya que cuenta con dos mayorías absolutas de dos elecciones a presidente de la Xunta. Los rumores, siempre desmentidos por él, lo sitúan ya en un lugar privilegiado de cara a la sucesión de Mariano Rajoy. Es, quizás, el político mejor situado para convertirse en su delfín, en caso de que el presidente del Gobierno lleve a cabo una crisis de Gobierno.
En su sobrio y breve discurso de valoración, Feijóo agradeció una victoria "clara y limpia" que administrará con "humildad" sin "más objetivo" que "ayudar a salir de la crisis". Sin embargo, tuvo tiempo para una frase en clave nacional, una de las pocas que pronunció en español. "Hay quien piensa que avanzar es separarse. Yo creo que avanzar es adelantarse", aseguró, quizás en referencia a Cataluña.
OXÍGENO PARA RAJOY
La victoria de Feijóo no es sólo suya, ni del PP de Galicia. Fue en los últimos comicios, celebrados en 2009, en los que el PP comenzó a ganar elecciones hasta llegar a La Moncloa en 2011. Es en Galicia donde Rajoy esperaba obtener un respaldo a sus medidas. Y Feijóo, que trató de distanciarse de Rajoy durante la campaña, aprovechó para compartirlo. Agradeció al Gobierno de España sus medidas, porque, según él, inyectaron esperanza en la ciudadanía gallega. "Si los ciudadanos no entendieran que, pese a las dificultades y a los esfuerzos, se está gobernando con responsabilidad y por el interés general, esta victoria sería imposible", dijo.
Así se leyó también en la calle Génova. "Si el PP hubiera perdido la mayoría absoluta en Galicia, todo el mundo estaría diciendo que era un rechazo a las políticas del PP en toda España y de Mariano Rajoy", recordó María Dolores de Cospedal, la secretaria general de la formación, en alusión a una de los ejes de campaña del PSOE. La victoria de Feijóo es también el "respaldo a las políticas del PP de toda España".
Todo ello a pesar de que el PP perdió casi 140.000 votos aunque la participación bajó finalmente en sólo un punto.
EL PSOE SE DESPLOMA CON PACHI VÁZQUEZ
Feijóo perdió votos, pero aumentó en escaños. Eso sólo fue posible por la fragmentación de la oposición y en particular por el hundimiento del PSOE.
Pachi Vázquez, aliado de Alfredo Pérez Rubalcaba en el Congreso Federal, pinchó en una gran derrota que puede llevar a la formación a la inexistencia. Con 18 diputados, sólo consigue dos más que la suma de los nacionalistas Alternativa Galega de Esquerdas (9) y Bloque Nacionalista Galego (7).
En su comparecencia ante los medios, el candidato socialista dijo asumir "con total serenidad" la derrota a pesar de tener la "sensación" de haber hecho "lo que tenía que hacer". Vázquez aseguró que el PSdeG-PSOE va a "abrir un escenario de profunda reflexión", tras el cual se mantendrá donde "decida" su militancia. Sin embargo, no anunció su intención de dimitir.
DUELO EN EL NACIONALISMO
La gran sorpresa de la noche fue la irrupción de Xosé Manuel Beiras, el más carismático de cuantos líderes se presentaban. A sus 76 años y tras treinta años en el BNG, Beiras se llevó por delante a su antigua formación y se erigió en la nueva referencia del nacionalismo y, sin duda, la oposición más fresca y potente.
Nadie dudaba de que esta coalición de descontentos e Izquieda Unida lograría entrar en la cámara, pero pocos apostaban por que desbancase al BNG, que corre el riesgo de caer en la irrelevancia política tras décadas como único estandarte del nacionalismo.
En su discurso de valoración electoral, Beiras ya apuntó maneras. "Si Feijóo piensa que por renovar la mayoría en el Parlamento los ciudadanos van a estar más mansos que las vacas, está equivocado. La ciudadanía se va a reactivar y nosotros vamos a ser la vanguardia", aseguró. "Conseguimos reactivar a la sociedad y la rebelión cívica está en marcha", dijo, seguro de que comienza "un nuevo ciclo histórico en el país".
Por su parte, Francisco Jorquera (BNG), reconoció el"fuerte revés electoral" y aprovechó para cargar contra su ya competencia en el nacionalismo. "Los mejores resultados de Beiras siempre coincidieron con los mejores resultados del PP", se consoló.