La Unión Europea aprueba derechos básicos para víctimas de todo tipo de delitos
El pleno del Parlamento Europeo ha aprobado este miércoles una directiva que otorga derechos básicos de atención a las víctimas de todo tipo de delitos en la Unión Europea. La nueva norma, que llegará a las legislaciones nacionales en un plazo de entre dos y tres años, obliga a los Estados miembros a poner a disposición de quien ha sufrido un delito, servicios gratuitos como apoyo psicológico o traducción e interpretación a una lengua que entienda, independientemente de que lo que le haya ocurrido haya sido en París o en Carrizo de la Ribera (León).
Unos 75 millones de personas son víctimas de delitos cada año en la UE. Como señala Teresa Jiménez-Becerril (PP), una de las dos eurodiputadas ponentes de la norma recién aprobada, nadie piensa que puede convertirse en víctima hasta que le ocurre. A ella le pasó cuando ETA asesinó a su hermano y su cuñada en 1998.
El texto acordado da cobertura psicológica, jurídica y lingüística a quienes han sufrido asaltos, robo, violación, acoso, ataque terrorista, crimen organizado o trata de seres humanos. En definitiva, cualquier tipo de delito penal. Deberán ser tratadas con respeto y dignidad y tendrán acceso a servicios de apoyo, justicia y compensación por los daños sufridos.
ATENCIÓN PERSONALIZADA
"El derecho básico es entender y que te entiendan", explica Jiménez-Becerril. La norma contempla dar formación a jueces, policías y otras personas que están en contacto con las víctimas para sensibilizarlas sobre su situación y sus necesidades, y para que realicen una evaluación individualizada que tenga en cuenta su edad, sexo, religión, orientación sexual y circunstancias del crimen. También garantiza el derecho a estar informado cuando la víctima regresa a su país, con independencia de que participe o no en el proceso judicial.
"Había mucha legislación recogiendo el derecho de los delincuentes, que me parece muy bien, pero no para las víctimas", explica Jiménez-Becerril sobre el origen de lo que ha sido su empeño personal, como cuenta, desde que llegó al Parlamento Europeo.
Se trata de ofrecerles seguridad jurídica, y que algunos países que están un poco por debajo de la definición de víctima de violencia de género, por ejemplo, o de otros delitos, eleven ese reconocimiento, precisa la eurodiputada. Y de armonizar y coordinar a los Estados del UE para proteger a quienes acaban de sufrir un shock.