Obama autorizó operaciones de la CIA para apoyar a los rebeldes sirios
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, firmó una orden secreta para autorizar el apoyo de Washington a los rebeldes sirios en su lucha contra las fuerzas gubernamentales, según ha informado una fuente estadounidense cercana al asunto. La orden, aprobada este año -aunque no ha trascendido cuándo fue firmada- permite a la CIA y el resto de agencias de inteligencia estadounidenses llevar a cabo operaciones de apoyo a los rebeldes para conseguir derrocar al presidente sirio, Bashar al Assad.
Además, la orden presidencial recoge la colaboración de Estados Unidos con un centro de comando secreto dirigido por Turquía con la colaboración de Qatar y Arabia Saudí. La agencia británica Reuters ha apuntado que dicho centro podría tratarse de la base secreta establecida por Turquía junto a la frontera siria, hecho que salió a la luz la semana pasada. Al parecer, el objetivo de la misma es controlar las operaciones militares y de comunicación que se desarrollan en Siria y poder ayudar así a las fuerzas rebeldes.
Este acuartelamiento encubierto da muestra del interés de algunos países de Oriente Próximo por derrocar a Al Assad, después de que los países occidentales liderasen en 2011 el bombardeo sobre las tropas del líder libio, Muamar Gadafi, para expulsarle del poder.
25 MILLONES DE DÓLARES PARA LA OPOSICIÓN
El portavoz del Departamento del Estado, Patrick Ventrell, anunció el miércoles que Estados Unidos mantiene un fondo de unos 25 millones de dólares para apoyar a los rebeldes y oposición al régimen de Bachar al Asad con material "no letal".
Ventrell detalló que de esta ayuda para asistencia no armamentística ya se han gastado "varios millones de dólares" y que la contribución "continuará mientras las peticiones lleguen y mientras continuamos desarrollando planes con la oposición".
El portavoz del Departamento de Estado indicó que a los 15 millones de dólares ya previstos inicialmente, se han añadido otros 10 millones.
Estos gastos "no letales" se centrarían en equipos de comunicación codificados para permitir las operaciones de la oposición bajo la férrea represión del régimen de Al Asad.