José María Ruiz-Mateos, en busca y captura por no presentarse en el juzgado (FOTOS, VÍDEOS)
Una jueza de Palma de Mallorca ha ordenado la busca y captura del empresario jerezano José María Ruiz-Mateos, después de que un informe forense haya determinado que la fractura que alegó en el tercer dedo del pie derecho no le imposibilita a acudir a los juzgados para ser interrogado en calidad de imputado por una presunta estafa de 13,9 millones de euros.
Así, la juez Maria Pascual le ha emplazado a declarar de nuevo el 23 de agosto, según un auto al que ha tenido acceso Europa Press, en el que se pone de manifiesto que el médico forense que examinó a Ruiz-Mateos llegó a la conclusión de que la rotura del dedo era de carácter leve y, además, señala que está desarrollando un "curso evolutivo satisfactorio".
De este modo, el médico forense indica que la rotura del dedo tan sólo representaría un ligero dolor teniendo en cuenta que la radiología que se la ha practicado al empresario jerezano pone de manifiesto que no es tal la gravedad.
La jueza asevera en el auto que no tiene derecho a reírse de la Administración de Justicia ni a dificultar u obstaculizar la tramitación de esta causa sin justificación para ello", llegando a valerse incluso "de su avanzada edad y presunto mal estado de salud"
Una providencia ordernó hace una semana que un médico forense examinara a Ruiz-Mateos después de que el empresario jerezano no compareciera en el juzgado.
QUERELLA DE ESTAFA POR UN HOTEL
Ruiz-Mateos tenía que haber comparecido otra vez este viernes a las 10.00 horas en calidad de imputado, en relación con una querella por presunta estafa que se tramita en dicho Juzgado y que fue presentada por el empresario Francisco Miralles al que en 2006 compró un hotel en Mallorca.
Concretamente, la sociedad Inversiones Grupo Miralles, que el pasado año se querelló contra Ruiz Mateos y sus hijos por una presunta estafa de 13,9 millones en la compraventa del hotel Eurocalas, amplió su denuncia al atisbar indicios de que la sociedad que avaló la operación incurrió en un delito de alzamiento de bienes para evitar posibles embargos.
Ello, según alegaba el querellante, por vender el hotel Cervantes de Torremolinos, perteneciente a los Ruiz-Mateos, a la mercantil Clesa -también propiedad de los denunciados-, "obstaculizando" así su posible embargo.