'Cazatesoros': Odissey y el mayor tesoro de metales preciosos jamás rescatado
Rebuscar en el fondo del mar es todo un negocio. Monedas y lingotes son el principal objeto de deseo de las compañías cazatesoros como Odyssey, una empresa de explotación submarina a la que acompañan los escándalos (como el del tesoro de la fragata Nuestra Señora de las Mercedes, que finalmente se quedó España) y que ya ha extraído casi una cuarta parte del mayor tesoro de metales preciosos jamás rescatado del fondo marino.
La compañía estadounidense, una de las pioneras en el mundo de la exploración de aguas profundas, registró unas pérdidas de 15 millones de dólares (1,2 millones de euros) en el segundo trimestre de este año y confía en que el tesoro que comienza a tener entre manos ayude a sanear sus cuentas. Hasta el momento ha recuperado unas 48 toneladas de lingotes de plata que se encontraban en un pecio descubierto a la impresionante profundidad de 4.700 metros bajo el nivel del mar.
Se trata de los restos del SS Gairsoppa, un carguero británico de unos 125 metros de eslora que fue torpedeado por fuerzas alemanas en febrero de 1941, durante la II Guerra Mundial, con 200 toneladas de plata abordo.
Éste es el primer proyecto de gran calado que anuncia la compañía tras su fracaso en los tribunales estadounidenses por la titularidad del tesoro extraído de la fragata española Nuestra Señora de las Mercedes, valorado en 500 millones de dólares (422 millones de euros) y que se vio obligado a entregar a España el pasado febrero.
En junio la compañía con sede en Tampa (Florida) anunció que, tras los trabajos preliminares, iniciaría las tareas de recuperación del cargamento y hoy, un mes después, detalló que un total de 1.203 lingotes ya han sido extraídos y enviados a un lugar seguro del Reino Unido. Sólo con la cantidad extraída hasta el momento Odyssey asegura que ya se puede hablar de "la carga más pesada y profunda de metales preciosos que jamás se haya recuperado de un pecio".
ACUERDO CON REINO UNIDO
Su intención es recuperar el resto antes de octubre y, al contrario de lo que le ocurrió con su último gran proyecto -que le enfrentó durante años a las autoridades españolas- en este caso tiene un acuerdo cerrado con Reino Unido para quedarse con el 80 % del material que recupere.
En la II Guerra Mundial las autoridades británicas aseguraron la plata que era de propiedad privada, así que cuando ésta se hundió, se indemnizó a los propietarios y el Gobierno pasó a ser el dueño, lo que elimina el riesgo de que algún particular la reclame, tal y como ocurrió también con parte del tesoro extraído del barco español Nuestra Señora de las Mercedes.
Odyssey también buscará plata en un pecio cercano, el del SS Mantola, hundido en la I Guerra Mundial, como parte de esta misma operación, que, según el responsable ejecutivo de Odyssey, Greg Stemm, es "compleja", pero demuestra la capacidad de la empresa para "llevar a cabo tareas complejas en el océano profundo".
En ese sentido, su presidente, Mark Gordon, añadió que la localización y rápido acceso a este pecio ponen de manifiesto "la viabilidad de modelo de negocio que hemos desarrollado para identificar y recuperar el conocimiento histórico y valor económico de bienes públicos que de otra forma se perderían".