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El dron español más grande se prepara para conquistar los cielos en un vuelo con 15 años de preparación

El dron español más grande se prepara para conquistar los cielos en un vuelo con 15 años de preparación

La aeronave se estrenó en 2021, en Lugo.

Un dron, en una imagen de archivo.Getty Images/iStockphoto

El sistema aéreo no tripulado español Milano del INTA (Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial) ha completado sus primeros ejercicios en el Centro de Ensayos no Tripulados (CEUS) en la provincia de Huelva. Estas pruebas han permitido validar las optimizaciones implementadas en el avión, así como reanudar la generación de evidencias de cumplimiento establecido por las normativas de certificación. 

Según publica el medio Infodefensa, el INTA prepara ensayos en vuelo adicionales de cara a los próximos meses, con el objetivo de validar "las redundancias físicas y analíticas implementadas en el sistema y de aumentar progresivamente el techo de vuelo y la velocidad de la aeronave". Estos nuevos exámenes serán "en áreas previamente delimitadas sobre el golfo de Cádiz y permitirán comprobar el radioenlace entre aeronave y avión a medias y largas distancias". 

De acuerdo a la información difundida por el instituto, y consultada por el medio, el Milano tiene un peso de 900 kilogramos y una envergadura de 12,5 kilogramos. También posee "un sistema aéreo táctico no tripulado de gran autonomía, que opera a altitudes medias y está diseñado para realizar misiones de reconocimiento, vigilancia y adquisición de blancos".

El INTA presentó el dron en 2021, en el aeródromo de Rozas, en Lugo, "dónde realizó su primer vuelo, nueve años después de lo previsto al inicio del programa". La aeronave no tripulada tiene un techo operativo de 28.000 pies sobre el nivel del mar, unos 8.500 metros, una autonomía de hasta 20 horas de vuelo y una velocidad máxima que ronda los 250 kilómetros por hora. Además, tal y como se publica, la nave cuenta con capacidad útil de 150 kilogramos y puede despegar y aterrizar en pistas no preparadas de menos de 1.000 metros.

Sus características tecnológicas, "permiten la integración de una amplia gama de cargas de pago electro ópticas y radares de apertura sintética". "La geometría del Milano produce una firma radar muy reducida, lo que disminuye la posibilidad de ser detectado durante las misiones", concluye la publicación.