Decenas de diputados británicos instan a Brasil a salvar a la 'tribu más amenazada de la tierra' (FOTOS, VÍDEO)
Todo empezó el pasado abril, cuando la ONG Survival difundió un cortometraje en el que alertaba del peligro que corrían los awás, una tribu indígena del Amazonas. Se ven gravemente amenazados debido a la constante destrucción de su hábitat por parte de los madereros y ganaderos que talan y queman los árboles de la zona.
El vídeo contaba con un invitado de lujo para defender la causa: el actor británico Colin Firth, ganador de un Oscar por el film El discurso del Rey, quien instaba al Gobierno brasileño y a su ministro de Interior, Eduardo Cardozo, a actuar y enviar a la policía federal a la zona para detener el "genocidio indígena" que se está produciendo.
"La selva de los Awás está siendo ilegalmente destruida por los madereros. Cuando los encuentran los matan. Sus arcos y flechas son incapaces de oponerse a las armas de fuego", afirma Firth en tono solemne en la cinta, "es otro pueblo que está siendo eliminado de la faz de la tierra para siempre. Vamos a luchar para que el mundo no lo permita", añade.
Si bien el cortometraje no tuvo tanta repercusión como el polémico vídeo acerca del guerrillero ugandés Kony, el caso consiguió aparecer en varios medios e incluso ha logrado que diversos parlamentarios británicos -desde laboristas a conservadores- secunden una moción en la que se pide el fin de los ataques a los awás. La iniciativa ha surgido de los propios diputados tras conocer la campaña desarrollada por esta ONG y está promovida por un grupo parlamentario de apoyo a los pueblos indígenas llamado All-Party Parliamentary Group for Tribal Peoples, fundado en el 2007 y formado por diputados de todos los partidos.
Laura de Luis, de Survival España, rehuye cualquier tipo de comparación con el vídeo de Kony: "Es un caso real y completamente distinto", comenta en conversación telefónica, "el hecho de utilizar a un famoso nos abre muchísimas puertas de los medios de comunicación y ayuda a que la gente conozca la situación y ejerza presión".
SOLO QUEDAN 460
Survival estima que actualmente quedan unos 460 awás. Viven repartidos por diversos enclaves selváticos del estado brasileño de Maranhao, en el noreste del país, y se calcula que el 25% de ellos no ha establecido nunca contacto con la población no indígena.
Aunque en el siglo XIX eran un pueblo sedentario, se hicieron nómadas a medida que las incursiones forasteras fueron en aumento. La tribu sobrevive gracias a la caza, la pesca, la recolección de frutas silvestres y la agricultura.
A pesar de que el territorio de los awás ha sido demarcado legalmente y protegido por las autoridades, en la práctica los madereros, ganaderos y colonos no respetan sus fronteras.
En 2009, un juez federal dictaminó que todos los invasores debían abandonar el territorio en un plazo de 180 días. Aun así, la sentencia fue recurrida, quedó suspendida y la invasión sigue su curso.
Brasil incluso ratificó la norma internacional sobre pueblos indígenas y tribales, que reconoce a los indígenas sus derechos de propiedad territorial. Sin embargo, los vínculos existentes entre los madereros y los poderes locales hace que los ocupantes incumplan la ley sin consecuencia alguna.
Un estudio del Gobierno brasileño estima que en la zona podría haber más de 4.500 "invasores", es decir, un indígena por cada 10 madereros.
LA SOMBRA DE OCCIDENTE
Survival desconoce quién compra toda la madera que se está recogiendo, aunque sospecha que detrás de esta tala masiva puede haber grandes multinacionales. "Es muy complicado de determinar, ya que es una práctica clandestina que ejecutan los trabajadores pobres a los que contratan", explica por correo electrónico Fiona Watson, investigadora de la ONG.
Watson también recuerda que existen conexiones europeas en el conflicto de los awás: "El Banco Mundial y la UE financiaron el Gran Proyecto Carajás, de construcción de una línea de ferrocarril a través de sus tierras, que diezmó a muchas comunidades e introdujo 10.000 colonos en sus tierras".
"Nos consta que el tema ha pasado a ser un caso prioritario para la FUNAI" (Fundación Nacional del Indio, órgano que depende del Gobierno de Brasil), comenta De Luis, "sin embargo el Ministerio del Interior, que es quien puede actuar mandando la policía federal al lugar, sigue ignorando el caso", se lamenta.
La supervivencia del pueblo awá es hoy en día una incógnita y se desconoce si el Gobierno brasileño acabará por ceder ante la presión. Los indígenas siguen pidiendo ayuda al mundo y a su Gobierno, quien tiene en sus manos evitar lo que Cristovam Buarque, senador y exministro de educación brasileño, calificó como "el nuevo holocausto indígena".