Los robots low cost ucranianos salen del sótano para causar el caos
El ejército ucraniano está evaluando docenas de nuevos vehículos aéreos, terrestres y marítimos no tripulados producidos por el sector de empresas emergentes.
Ucrania afronta en la guerra iniciada por el presidente ruso, Vladimir Putin, en febrero de 2022 dificultadoes abrumadoras entre la escasez de mano de obra y una asistencia internacional desigual. A pesar de esto, espera encontrar una ventaja estratégica contra Rusia en un almacén abandonado o en el sótano de una fábrica.
Un ecosistema de laboratorios en cientos de talleres secretos está aprovechando la innovación para crear un ejército de robots que Ucrania espera que mate a las tropas rusas y salve a sus propios soldados y civiles heridos, según ha relatado la agencia The Associated Press (AP).
Unas 250 empresas emergentes de defensa en Ucrania -datos según estimaciones de la industria- están creando máquinas de matar en lugares secretos que generalmente parecen talleres de reparación de automóviles rurales. La startup está dirigida por el empresario Andrii Denysenko y los empleados pueden montar en cuatro días un vehículo terrestre no tripulado llamado Odyssey, cuya característica más importante es su precio: 35.000 dólares, aproximadamente el 10% del coste de un modelo importado
El ejército ucraniano está evaluando docenas de nuevos vehículos aéreos, terrestres y marítimos no tripulados producidos por el sector de empresas emergentes de bajo coste, cuyos métodos de producción están muy alejados de los de las gigantescas empresas de defensa occidentales.
“Estamos luchando contra un país enorme, y no tienen límites de recursos. Entendemos que no podemos perder muchas vidas humanas. La guerra es matemática”, afirmó Denysenko, quien dirige la empresa de defensa UkrPrototyp.
Mykhailo Fedorov, viceprimer ministro para la transformación digital, anima a los ciudadanos a realizar cursos gratuitos en línea y a montar drones aéreos en casa. Quiere que los ucranianos fabriquen un millón de aparatos voladores al año. "Pronto habrá más”, decía la página de recaudación de fondos: "Muchos más".
