Museos de ciencia y ciudadanía
Los museos, planetarios y ferias de ciencia tienen claros efectos positivos a largo plazo, tanto en sus visitantes como en las ciudades en los que se ubican. Esta es la principal conclusión de un estudio realizado en seis ciudades españolas en el que se han analizado nueve iniciativas de cultura científica.
Foto del Museo de la Ciencia y la Tecnología de A Coruña/EFE
Los museos, planetarios y ferias de ciencia tienen claros efectos positivos a largo plazo, tanto en sus visitantes como en las ciudades en los que se ubican. Esta es la principal conclusión de un estudio realizado en seis ciudades españolas en el que se han analizado nueve iniciativas de cultura científica (museos de ciencia, planetarios, ferias de ciencia, etc.) y cuyo título es Efectos a largo plazo de los museos y ferias de ciencia en España. La investigación ha sido dirigida por Gema Revuelta, directora del Centro de Estudios de Ciencia, Comunicación y Sociedad de la Universidad Pompeu Fabra (CCS-UPF) y ha sido ha sido financiado por la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología, del Ministerio de Economía y Competitividad.
Los efectos principales sobre la comunidad local o la ciudad son:
- La contribución de los museos y ferias al sistema educativo de la ciudad (y de las ciudades de su entorno) en la etapa escolar.
- El impacto en la identidad e imagen de la ciudad (en especial, atribuyéndole características de "ciudad de cultura científica").
- La contribución a la oferta cultural y de ocio, así como un medio de información para el ciudadano sobre cuestiones de ciencia.
Los efectos más destacados sobre los visitantes a nivel individual son:
- A corto plazo, destaca el impacto emocional que produjo la experiencia en sus visitantes y el hecho de que les despertó durante un tiempo la curiosidad por un tema
- A largo plazo, los visitantes repetitivos destacan la percepción de que estas experiencias contribuyeron a su propia formación en la etapa escolar (y en algunos casos también a la formación continuada de los adultos), así como un aumento en la percepción de su ciudad en su faceta más científica y de generación de conocimiento.
Muchas personas se consideran ahora mejor informados que otras respecto a temas particulares, buscan más información, hablan sobre estas cuestiones con sus conocidos o incluso dicen ser hoy unos auténticos aficionados. Todo ello en beneficio de la sociedad del conocimiento.
La directora del estudio considera que "los responsables políticos locales y los representantes de los entornos académico y del mundo empresarial, deberían tener en cuenta estos resultados a la hora de planificar las actividades culturales de una ciudad o de establecer planes estratégicos para la misma".
La importancia de estos centros de educación informal y en general de las políticas de fomento de la cultura científica en nuestra sociedad adquiere aún mayor relevancia en el contexto de pesimismo que invade al mundo de la educación formal, tal como queda reflejado en el reciente estudio La educación en España Horizonte 2020, hecho público por Acción Magistral, un proyecto de la FAD, BBVA y la Comisión Española de Cooperación con la UNESCO, una comunidad activa de profesores que trabajan la educación en valores en el aula.