Una española enumera los motivos por la que la critican en Francia, donde vive desde hace cuatro años
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La usuaria de Twitter Alba González ha contado en su perfil de esta red social algunas de las razones por las que ha llamado la atención en Francia, donde lleva viviendo más de cuatro años, tal y como ella misma ha contado.
En un hilo de tuits ha contado que la han criticado por usar una sartén de crepes para hacer pancakes porque, según ha indicado con tono irónico, "la sartén de crepes es una institución sagrada aquí en Francia y cualquier agravio está castigado con pena de guillotina".
"También por hacer crepes sin tener nacionalidad francesa. Los franceses tienen la patente de crepes y los españoles no estamos capacitados ni física ni mentalmente para esta tarea", ha afirmado.
En tercer lugar la han criticado por untar el paté en el pan, ya que "el paté no se unta sino que se pone un trocito sobre el pan delicadamente porque más allá de eso es vicio y perversión". "O por decir que el foie gras estaba soso", ha proseguido.
Otro motivo es por tener acento: "Me recomendaron encarecidamente que fuese a una logopeda. O hablas francés perfectamente o no lo hables". "También por rellenarme un croissant con jamón york y queso. Fue considerado una violación al croissant y vino Macron personalmente a mi casa y me pegó con una baguette", ha añadido.
Además, entre otras razones por la que han criticado a González es por congelar una baguette, tomar queso como aperitivo y no como pre-postre o por hacerse un bocadillo y ponerle aceite de oliva y no mantequilla, así como por llevar crop top o por comerse todo su plato favorito.
"Francia es un país muy gordofóbico y está muy mal visto que las mujeres coman mucho. Lo correcto es dejar una pequeña porción, aunque te quedes con hambre. En la misma línea, por pedir postre y no querer compartirlo. Está muy mal visto que una mujer coma mucho y peor, que coma más que un hombre", ha completado.
Finalmente, ha rematado diciendo que le han reprochado su tono de voz y el decir que no se pondría el apellido de un hombre francés si se casara con él. "Por último, por decir que estaba sudada, ya que hay que decir transpirada".