El peor medicamento creado para los más pequeños: la ‘cura para bebés inquietos’
Se trata de un fármaco que aseguraba acabar con los llantos de los bebés.
Cualquiera que haya tenido bebés a su cargo en algún momento de su vida, conoce de primera mano lo complicado que es gestionar los llantos y quejidos de los más pequeños. Pero si hay un momento en el que estos se producen de manera más intensa es cuando comienzan a salirle los dientes.
Durante esos duros meses, poco se puede hacer para intentar apaciguar los lloros del bebé aunque si echamos la vista atrás, concretamente al siglo XIX, se buscó la fórmula mágica que tranquilizara a los 'bebés inquietos', pero afortunadamente, este método duro poco tiempo en el mercado.
Como bien informa la cuenta de TikTok @sdesiensia, hace alrededor unos 150-200 años, a un tipo conocido como Mr. Winslow, se le iluminó la bombilla y tuvo una de las peores ideas posibles: un fármaco que, además de frenar los llantos de los bebés, presenta algunos efectos adversos dada la composición del medicamento.
Este hombre pensó que sería buena idea recomendar a los padres de los pequeños que utilizaran un fármaco compuesto por 65mg de morfina mezclado con alcohol. Evidentemente, el experimento no podía acabar bien, y así fue.
Por si fuera poco, las dosis diarias oscilarían entre tres y cuatro, por lo que este mejunje podía resultar fatal para organismos tan pequeños y vulnerable.. Según las recomendaciones, en caso de tratarse de un bebé menor de un mes, tendría que ingerir una dosis compuesta por, entre seis y diez gotas, mientras que si era mayor de seis meses, la dosis aumentaría a una cucharada completa.
Como no podía ser de otra manera, muchos de los bebés morían al ingerir tales cantidades y los que sobrevivían se enfrentaban a un feroz síndrome de abstinencia debido a las grandes dosis de morfina consumidas. Lógicamente, el fármaco fue retirado del mercado y nunca más volvió a hablarse de él como solución a este 'problema'.