No puede ser más real: Describe a la perfección el 'espíritu' olímpico de los aficionados durante los JJOO
"Y de repente ahí estás..."
La celebración de unos Juegos Olímpicos despierta siempre un interés en la población general por deportes a los que, de forma habitual, no se dedica mucho tiempo o directamente, se desconocen, por lo que una cita de estas características es una buena oportunidad para dar visibilidad a aquellos deportes minoritarios y que de forma diaria ni copan portadas ni son especialmente seguidos.
Este espíritu olímpico se despierta en multitud de personas, que durante dos semanas permanecen pegadas al televisor para disfrutar de más de 12 horas ininterrumpidas de deporte al día y que viven cada evento o prueba deportiva como si les fuera la vida en ello: todo sea porque los deportistas de tu país consigan el mayor número de medallas.
Y como ocurre cada cuatro años, muchos son los que saltan, vibran y disfrutan con cualquier tipo de deporte, por muy desconocido que sea para ellos: bádminton, judo, taekwondo, vela, piragüismo, y un sinfín de deportes de los que la mayoría de la gente, en numerosos casos desconocen las reglas o competición, pero que en unos JJOO adquiere una relevancia mayúscula.
Estas situaciones son especialmente cómicas, ya que muchos actúan como si se les fuera la vida en ello y celebran las medallas de los deportistas nacionales como si fueran propios, aunque en definitiva, esa es la magia de los Juegos Olímpicos; apoyar con todo a los representantes de tu país, celebrar y emocionarse con sus logros y éxitos.
Pero sin perder la perspectiva, la realidad que describió durante la tarde del sábado el usuario de X @moedetriana mientras todos los españoles estábamos pendientes de si Laura Martínez o Fran Garrigós conseguirían el primer metal para la delegación española, es de lo más realista... y graciosa.
"Y de repente ahí estás, repanchingado en el sofá [...] diciéndole a un judoca cinturón negro que tiene que meter más la cadera para hacer un ippon: larga vida al Olimpismo", afirmó. Seguro que más de uno se siente muy identificado.