La vecina le hace la cena, se la pasa por la ventana y España entera quiere tenerla viviendo al lado
“Esa abuela debe ser eterna”

Óscar, el profesor que da clases de música en educación primaria, conocido por publicar en TikTok como @unprofeconclase, ha vuelto a emocionar a sus seguidores con un vídeo que se ha hecho viral en cuestión de horas. En él, muestra cómo su vecina, Mari Pepa, una abuelita con un corazón enorme, le hace una tortilla de patata y, con un flan de queso, se la pasa por la ventana de su cocina. Él, que trabaja como interino en un pequeño pueblo, no puede contener la emoción al compartir este gesto que le hace sentir como en casa.
“Madre mía, voy a ver la pinta de la tortilla”, dice Óscar mientras abre el paquete que Mari Pepa le ha entregado. La abuela, que a veces se confunde de nombre y le llama José Luis porque tiene muchos nietos, lo cuida como si fuera uno más de la familia. “Lo único que quiere es que vaya a verla y eche la tarde con ella”, explica el popular profesor.
El vídeo, acompañado de un texto en el que Óscar le agradece a Mari Pepa hacerle sentir como en casa, ha desatado una oleada de comentarios cariñosos. Los seguidores no han tardado en rendirse ante la dulzura de la abuela. “Simplemente 2 minutos de felicidad ver esta conversación”, escribió uno. Otro añadió: “Yo sonriendo como una boba con el video, qué felicidad. Dan ganas de achuchar solo con oír su voz”.
Incluso el nieto de Mari Pepa, José Luis, se ha sumado a los comentarios. “Mi abuela se acuerda de mí, dice José Luis, soy su nieto jajaja, o de mi padre que es su hijo jajaja. Qué arte tiene mi abuela. Gracias, profe, por hacerla feliz y entretenerla”, escribió.
Mari Pepa no solo ha conquistado a Óscar, sino también a miles de personas que han visto el vídeo. “Esa abuela debe ser eterna”, comentó una usuaria, resumiendo el sentir general. Y es que, en un mundo donde a veces parece que todo va demasiado rápido, gestos como el de Mari Pepa nos recuerdan que las cosas buenas, las de verdad, siguen estando en los detalles más sencillos.
Óscar, por su parte, ya tiene planes para la próxima semana: volver a casa de Mari Pepa para echar unas cartas y, seguro, disfrutar de otra de esas tardes que hacen que la vida en un pueblo pequeño sea tan especial.