Juan Carlos Lorite, el médico residente que ha sacado los colores a los hospitales de Madrid

Juan Carlos Lorite, el médico residente que ha sacado los colores a los hospitales de Madrid

El "mapa de la vergüenza" que ha creado señala directamente a más de una docena de hospitales públicos en la Comunidad de Madrid.

"Mapa de la vergüenza" de los hospitales públicos de la Comunidad de Madrid.Médico residente Juan Carlos Lorite.

Son 14 los hospitales públicos de la Comunidad de Madrid señalados por miles de médicos que denuncian que los residentes de primer año están atendiendo ellos solos a los pacientes en los servicios de Urgencias Generales, una práctica ilegal que pone en riesgo la vida de muchas personas.

Juan Carlos Lorite, más conocido en X como @PerritodelMIR, es médico residente de segundo año (R2) de Endocrinología y Nutrición. Hace apenas un mes, puso en marcha una investigación para denunciar ciertas irregularidades que se está cometiendo en las mencionadas instalaciones sanitarias.

"Mapa de la vergüenza" de los hospitales públicos de la Comunidad de Madrid.Médico residente Juan Carlos Lorite.

"Los servicios de Urgencias son la máxima expresión de la explotación laboral de médicos residentes y del abandono total del principal objetivo de la residencia médica", que es el aprendizaje de calidad, asegura en el informe elaborado junto a otros ocho compañeros que han preferido guardar el anonimato para evitar posibles represalias.

Durante una entrevista concedida a El HuffPost, el sanitario explica las razones de la investigación: "Cuando empiezas la residencia, te vas dando cuenta de los problemas estructurales que tiene el sistema. Hablábamos entre nosotros y nos quejábamos, pero nunca nos poníamos manos a la obra para cambiar las cosas".

"Los R1 dan las altas con la firma de un residente de mayor grado, en vez de la del adjunto, algo que no es legal"
Juan Carlos Lorite, médico residente de segundo año (R2)

Aunque asume que "hay cosas que no son ni normales ni tolerables", en la práctica siempre se opta por "pasar por el aro". El problema es que los médicos más jóvenes se enfrentan, debido a su corto recorrido profesional en el sector, a "situaciones de mucho estrés", ya que se ven "solos y sin supervisión" de los veteranos.

No hay que olvidar que está "en riesgo la vida de los pacientes graves e inestables", que son los "típicos ingresados en una urgencia". Todo ello por "la caradura de los médicos especialistas que tienen que estar (y no están), a pesar de que no pueden dejar un servicio" a cargo de los residentes de primer año (R1) porque estos pacientes "se pueden inestabilizar en cualquier momento".

"Si llega una persona con una parada cardiorrespiratoria, una arritmia o un infarto, no puedes tardar en buscar ayuda", alerta, en referencia a aquellos que se van a dormir "gran parte de la noche" durante una guardia en vez de estar mano a mano con los residentes.

"Hemos recibido mensajes de residentes de varios centros donde se han convocado reuniones de urgencia por parte de la dirección médica"
Juan Carlos Lorite, médico residente de segundo año (R2)

Al ponernos en contacto con algunos de los hospitales involucrados para brindarles la oportunidad de ofrecer su versión de los hechos, como el Hospital Universitario Príncipe de Asturias, el Hospital Universitario de Móstoles o el Hospital universitario La Paz, la propuesta ha sido rechazada. No quieren valorar el documento argumentando que la investigación "no es oficial y se ha realizado por una persona durante su periodo de formación, no por profesionales".

La encuesta ha recibido más de 2.840 respuestas de sanitarios anónimos que se suman a las 205 entrevistas que se han realizado de manera presencial, lo que suma un total de 3.045 participantes, realizada del 17 al 31 de marzo de 2024.

Lo que SÍ y lo que NO de los R1

Antes de entrar en materia, aclara que la actual ley es "bastante antigua, de 2008". En esta se declara que un "R1 no puede, en ningún caso, actuar sin supervisión, tampoco dar altas, pero el día a día" es otra cosa: "La mayoría de los adjuntos se van por la noche y los pacientes son atendidos durante estas horas por los R1, quienes dan las altas con la firma de un residente de mayor grado, en vez de la del adjunto, algo que no es legal".

En su caso, al ser un R2, puede dar un alta hospitalaria a un paciente "sin la necesidad estricta de supervisión directa, pero no puede ser que no haya ningún médico especialista en la zona para preguntar dudas".

Hablando de "las prácticas que se hacen en medicina" antes de pasar a ser residentes, Lorite asegura que estas "no son nada formativas". De hecho, califica su presencia allí de "planta decorativa, debido a que no se les hace partícipes, algo de lo que siempre se quejan los estudiantes" y que es totalmente distinto para los enfermeros.

Listado de los hospitales públicos de la Comunidad de Madrid en los que (no) hay supervisión.Médico residente Juan Carlos Lorite.

"Ellos salen de la carrera sabiendo coger vías, hacer analíticas y un montón de cosas más. Nosotros a nivel teórico salimos muy bien formados, pero a nivel práctico no tenemos ningún conocimiento para atender un paciente sin supervisión, y menos en el servicio de Urgencias, donde los pacientes están muy graves. Es una irresponsabilidad dejar a un R1 solo o con otro residente (aunque sea de un grado mayor)", señala.

A pesar de que se incide especialmente en "la no supervisión" de los residentes en los servicios de Urgencias por el tipo de paciente que suele acudir, lo cierto es que esta situación se extiende a otras especialidades. "Lo que ocurre es que las otras no tienen una sobrecarga tan grande", matiza.

"Yo en Urgencias he llegado a tener a mi cargo diez pacientes a la vez, varios malos y otros que no sabes lo que les pasa, sin diagnosticar. Si a esa sobrecarga le añades que no tienes a quién preguntar cuando te surja una duda, no puedes tomar decisiones, y más si llevas casi 24 horas sin dormir", añade.

Las culpas

En el informe se pone el foco, principalmente, en los médicos adjuntos, pero ¿dónde debe racer la responsabilidad? "Evidentemente, el problema es estructural, porque no es normal que un médico trabaje 24 horas seguidas. Yo cuando tengo guardia, que tengo cinco al mes, estoy (todo ese tiempo) sin parar", precisa.

Por ello, tacha la situación de "aberrante". En parte, la responsabilidad es "del colectivo médico, por asumir esto a lo largo de las distintas generaciones", a pesar de que es "totalmente inasumible, y más aún con el desmantelamiento de la sanidad pública y los recortes sufridos en las últimas décadas".

Lorite sostiene que en la actualidad "hay menos personal, pero la demanda aumenta". Debido a esta tensa situación, los residentes "han explotado", de ahí que se estén moviendo más que nunca para cambiar las cosas, porque esto "no es asumible", insiste.

"Algunos residentes sufren represalias al despertar al médico especialista (durante una guardia)"
Juan Carlos Lorite, médico residente de segundo año (R2)

"Aunque el problema sea estructural por falta de personal o porque en ningún caso un médico puede estar trabajando 24 horas seguidas, tenemos que optar a lo ideal, como lo que ocurre en enfermería, que tienen turnos de mañana, tarde o noche. Yo, durante el turno de un sábado, veo a la enfermera de la mañana, a la de la tarde y a la de la noche, y un solo médico", afirma.

Médicos y enfermeros se rigen por una normativa diferente, pero el residente cree que se debe a que "las enfermeras han luchado más por sus derechos laborales" que ellos: "Son un colectivo más organizado. El colectivo de los médicos tiende a ser bastante más individualista, aunque esto está cambiando con las nuevas generaciones, por suerte, porque nos organizamos más que antes".

"Los que más carga de trabajo tienen son los residentes", no los adjuntos
Juan Carlos Lorite, médico residente de segundo año (R2)

En cuanto al miedo por las "represalias" que algunos residentes sufren "por despertar al médico especialista", en el informe se puntualiza que "algunos sanitarios han sufrido broncas, señalamientos, ridiculización por no saber manejar ciertas patologías, amenazas de informar al tutor del residente...".

"Hay médicos especialistas que le echan cara, se van a dormir gran parte de la noche o toda la noche, dependiendo del hospital, y dejan a los residentes solos. Con esto se está creando una barrera a la hora de preguntar dudas. No es lo mismo llamar y tener que despertar a alguien para preguntarle una duda que tenerle al lado de manera accesible", puntualiza.

Las redes sociales como altavoz

Precisamente gracias a estas nuevas generaciones, que tiene un perfil más digital, el informe ha sido de lo más comentado en redes sociales como X: "Creo que hemos difundido muy bien el estudio. Mucha gente se ha hecho eco de él".

No obstante, asegura que no echan en cara nada a las generaciones pasadas, porque "sí que han luchado", simplemente ahora emplean herramientas que antes no existían para intentar "mejorar" tanto la calidad de vida del paciente como la del profesional al "no asumir" ciertas situaciones.

A raíz de la publicación del documento, algunas personas han calificado a los más jóvenes como "la generación frágil o de cristal". De hecho, "la mayoría de respuestas negativas han sido por parte de médicos especialistas adjuntos que trabajan en los hospitales que aparecen en rojo en el mapa, por lo que se han visto señalados".

Sin embargo, celebra que estos son pocos y que la repercusión está ayudando a dar "voz a los residentes", por lo que la llamada está siendo muy "aplaudida". En palabras de Lorite, esto debería servirles a los adjuntos para "reflexionar, tener más ética con los residentes y repartir la carga de trabajo y los descansos", no para "atacar", como han hecho algunos.

Soluciones

La investigación puso en alerta a los responsables de algunos hospitales. "Hemos recibido mensajes de residentes de varios centros donde se han convocado reuniones de urgencia por parte de la dirección médica" para tratar el tema, dice.

Por tanto, "ya se están moviendo cosas". Con este tipo de acciones, piensa que se puede "mejorar la calidad asistencial de los pacientes y la de los médicos en formación". El objetivo es "dejar la alfombra" de cara a que las próximas generaciones no tengan que pasar por lo mismo.

A corto plazo, "la medida inmediata" debería ser "organizar los equipos de Urgencias para que se reparta el trabajo de manera proporcional", independientemente del rango del profesional, "porque normalmente los que más carga de trabajo tienen son los residentes". Esto "no hace que se aprenda más, sino que haya una sobrecarga mental".

"Tiene que haber alguien que revise que todos veamos el mismo número de pacientes. Los descansos deben estar repartidos. Así todos podríamos dormir (todos) algo. Si surge una urgencia que necesite más atención, evidentemente se nos despierta. Lo ideal sería repartimos en grupos y que en todos ellos haya residentes y adjuntos. Para esto no se necesita contratar más gente ni tomar ninguna medida más. Esto sería inmediato", concreta.

A largo plazo, "hay que contratar personal para que no haya turnos de 24 ni 17 horas", como propone el Ministerio de Sanidad. Hasta que se puede lograr, porque entiende que el hecho de contratar tanto personal requiere tiempo, se puede llegar "a un punto medio con turnos de doce horas seguidas trabajando".

MOSTRAR BIOGRAFíA

Fotógrafa y periodista. Graduada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y Técnica Superior en Imagen e Iluminación. En la actualidad es redactora de El HuffPost, antes en el departamento de redes sociales de Cadena Ser. Contacto: cristina.valdivielso@huffpost.es