Esta agricultora extremeña dice alto y claro el problema que está teniendo con la venta de la aceituna
"No me extraña que la sociedad esté como está".
La agricultura extremeña Nazaret Martín ha publicado un vídeo en sus redes sociales para contar todo el problema que están teniendo este año a la hora de vender la aceituna y cómo les está afectando económicamente decisiones de los compradores mayoristas.
La trabajadora rural comienza reflexionando cómo está el país: "No me extraña que estemos como estamos con la gente tan dividida y polarizada y que tengamos los gobiernos que tenemos y los digo en plural".
"No me extraña que la economía, la imagen internacional y la política estén como estén. Dicen que los gobernantes, hablo de autonómicos y central, son un reflejo de la gente de un país y es verdad y cada vez me extraña menos", afirma.
Martín explica que su lucha no es por gobiernos y sí por el precio justo de la aceituna: "La campaña está empezando y los precios son ridículos porque deberían valer más dinero. En Extremadura ya os advierto que próximamente va a haber manifestaciones para conseguirlo".
Entonces detalla que hay compradores pequeños que son los que compran directamente a los productores y después hay otros más grandes que son los que se las compran a estos ganando la mayor parte del beneficio. Sin embargo, aquí está el problema.
"Hay una personas que han estado pagando un precio relativamente justo, que te da para cubrir costes y tener beneficios. Ese puesto recaudará millones de kilos de aceitunas, pero el problema es que ese vende a otros compradores mayoritarios y le han dicho que sí paga a los agricultores a ese precio no se la compran y así se queda con todas estancadas", describe.
Ante esta amenaza, a ese comprador, relata, no le ha quedado más remedio que decirle a los agricultores que no las puede comprar por un precio mayor: "Están comprando las aceitunas por alrededor de 70 u 80 céntimos como mucho. Al coste de producción. Cuando hay personas que ven que es un buen año y pueden sacar beneficio y pagar más a los agricultores, les dicen que cierren el grifo. Si esto pasa a nivel comarcal, no quiero ni saber cómo es a nivel nacional o internacional".
Martín extrapola lo que está pasando en el mundo de las aceitunas al resto de aspectos de la vida. "No me extraña que la sociedad esté como está", se resigna, añadiendo que la prosperidad de uno es la prosperidad de todos porque si esa persona tiene dinero, gasta más y todos se benefician.
"La gente no tiene conciencia de nada. Aquí está todo el mundo despedazándose y es todo individualismo. Yo soy individualista pero tengo conciencia social. Es insostenible lo que están haciendo con el sector primario. Me da igual el partido político, yo voy a criticar lo que considero injusto y lo voy a seguir haciendo", sentencia.